Guillermina toma de la mano a sus dos hijas para cruzar la lateral carretera a Matehuala, pero tienen que caminar entre los vehículos que esperan el semáforo en rojo. Pocos respetan el cruce peatonal, todos obstruyen el paso justificando en la poca visibilidad de las ´cebras´.
Este panorama es continuo en la cruce de la esquina de dicha carretera con la calle Miguel Hidalgo, un peligroso paso peatonal para estudiantes de la secundaria Graciano Sánchez y personas en general que tienen que tomar esa vía para llegar a la zona centro del municipio soledense o tomar el transporte público.
El cruce peatonal es exclusivo para el paso de la gente de una acera a la otra; algunos automovilistas son corteses y ceden el paso, pero reciben los claxonazos de los de atrás, sobre todo a la hora en la que entran o salen de las aulas los estudiantes de la secundaria en mención, cuando más apurados van.
Los transeúntes tienen que torear a los carros y los que, aun viendo la intensión de algunos en cruzar, no se detienen o frenan para permitir el paso, pese a que el semáforo está en alto total.
Afortunadamente oficiales de la Policía Vial ayudan a aminorar alguna posibilidad de accidente en horas pico, que es cuando los estudiantes salen de esta y otras instituciones de los alrededores que forzosamente tienen que pasar por este cruce.
Al respecto, el coordinador operativo de la dirección de Tránsito, Martin Rodríguez Barbosa, informó que se encargan que de policías estén en entada y salida de los escolares, que es en la mañana de 7:30 a 08:15 horas y de 13:30 a 14:15 horas.
“Nuestra presencia aquí es para resguardar la integridad de los alumnos que pasan por aquí y evitar que los conductores se estacionen en doble fila y no influya en la visibilidad al tiempo que crucen la carretera”.
En el sitio estaban cinco oficiales de la policía, ayudando a cruzar a las personas en ambas laterales de la carretera ya mencionada, y aunque el alto es obligado, no todos obedecen las indicaciones de los ´uniformados´, incluso se estacionan en las áreas de retorno.
Entre los principales problemas que enfrentan es que algunos conductores no dan el paso, pese a la orden el policía, o al revés, a los peatones ´les urge´ cruzar y lo hacen corriendo entre los automotores, omitiendo también las indicaciones de los oficiales.
De acuerdo a la señora María, es cuestión de fijarse, “y estar al pendiente, más porque traemos niños, todos los días tengo que pasar por aquí, y si sería viable un puente peatonal, pero estaría difícil, mejor nosotros nos cuidamos”, opinó.
Por su parte, Laura compartió que “los que tienen carro y que vienen por sus hijos a esta secundaria tampoco se detienen, y todos los días es lo mismo, y uno se tiene que cruzar a la brava y lo bueno es que vienen los policías a la hora de la salida”, indicó.
En tanto que la señora Brenda, indicó que poco se puede hacer en este cruce, que es peligroso por ´default´, “no queda más que cuidarnos y aprovechar cuando están los policías”, apuntó.
Finalmente, Guillermina, madre de familia de dos hijas, comentó que los que vienen por sus hijos se estacionan donde el peatón debe de cruzar y no respetan, “este recorrido lo hago cuatro veces al día, para ir a recoger primero a mi hija que va a la primaria, y luego la de secundaria…ayer –lunes- tuvimos un incidente, un conductor no se esperó a que pasáramos y nos aventó el carro”, aseguró.
Sobre este mismo tema, el asistente educativo de la secundaria, Jaime Torres Juárez, opinó que los padres de familia tienen muchos que en el ´embotellamiento’ que se hace en la zona ya que no respetan y no tienen educación vial, “necesitamos apoyo de las autoridades viales”.