Los meses en los que la demanda de servicios funerarios aumenta en San Luis Potosí van desde octubre a febrero, y aunque la muerte no es algo que se planifique, hay servicios económicos que oscilan desde los 7 mil 500 hasta los 200 mil pesos o más.
De acuerdo al director general de grupo Capillas del Olmo, Juan Renato Zavala Morales, cuando fallece alguien se llama a la funeraria y se acepta como viene todo el servicio, es decir, traslado del cuerpo, sea dentro o fuera del estado, preparación y/o embalsamado del mismo y velación, carroza para el cortejo y de la iglesia (misa) al panteón.
Se pueden hacer con el cuerpo dos cosas: entierro o convertirlo cenizas. Pero antes hay un proceso previo que hace la funeraria, como lo explicó Zavala Morales, lo primero es rescatar al fallecido
Ya sea de un domicilio, o una clínica-hospital o del servicio médico legal, se trae el cuerpo para la preparación, se embalsama, se arregla, se vestí, se pone en su ataúd, ya sea que la familia quiera que esté en una sala de velación o se lleva un equipo ambulatorio al domicilio
Los servicios van desde el más económico que es 7 mil 500 pesos hasta 200 mil pesos o más, “y la diferencia es porque cambia todo el servicio en general”. También existen ataúdes para menores de edad, que van desde los 3 mil 800 pesos.
En cuanto a la cremación el costo entre 7 y 8 mil 500 pesos. Ese polvo final equivale aproximadamente al 3 por ciento del peso original del cuerpo, y se deposita en una urna. Esta puede ser diferentes materiales y diseños: madera, mármol, metal, bronce, plata y hasta de oro, estos factores estéticos determinan mucho el precio.
En estas fechas muere mucha gente, octubre, noviembre, diciembre, enero y hasta febrero, ya sea por muertes accidentales o personas de edad avanzada, llegan muchos a terminar sus días en los meses finales del año
Añadió que para trabajar con la gente que está con su duelo, es necesario ponerse del lado del doliente para poder brindarle un buen servicio, y aunque reconoció que son vendedores o comerciantes, es un trabajo delicado que conlleva emociones que a larga, “si no te pones en el lugar de la persona que está pasando ese duelo, como vendedor vienen consecuencias como desprestigiar el servicio”, concluyó.