Desde hace más de un mes, habitantes de la San Gerardo y Cantagua han estado padeciendo el derrame de aguas negras que brotan de las banquetas y que termina también derramándose sobre la calles.
Los afectados solicitaron la presencia de este matutino manifestando que desde hace alrededor de un mes reportaron la problemática tanto al Ayuntamiento de Soledad como a los ejidatarios, responsables del canal de donde brotan las aguas residuales, y aunque se dio solución, ésta solo duró un par de días; nuevamente el problema resurgió.
Los vecinos alertaron del serio problema de insalubridad que ha generado este derrame del drenaje, ya que el olor a gas de la alcantarilla a bajas concentraciones no es mortal, pero les ha causado irritación de ojos y garganta, tos y problemas para respirar.
Aunado a lo anterior las partículas de las aguas residuales son capaces de dispersarse en el aire, y la inhalación de estas provoca efectos adversos para la salud, tales como malestar gastrointestinal, diarrea, náuseas y vómitos.
Demandaron a los ejidatarios y del gobierno municipal, den solución a este problema, ya que en el cruce de las calles Ponciano Arriaga y Chapultepec todos los días se forma una laguna grande que no termina de cercarse porque el derrame de aguas es constante las 24 horas al día.