Cada año, cientos de árboles de jacaranda se convierten en protagonistas de magníficos paisajes en calles, jardines, plaza y avenidas durante la llegada de la primavera en la ciudad.
Frondosos árboles con su flor azul violáceo ya iluminan parques y jardines de varias plazas representativas como la Alameda Central Juan Sarabia, el jardín de San Francisco, el jardín Colón Escontría, la avenida Himno Nacional, en la carretera Rioverde y hasta los patios centrales de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
Como avisando que llegó la primavera flor y color característico seduce en el espacio de quiénes van transitando por la ciudad, deleitando la pupila de quien transita y se detiene a apreciar la hermosa vista que ofrece la madre naturaleza.
Enormes imponentes e inconfundibles, pues el árbol de jacaranda llega a medir hasta 30 metros de altura, florecen en las plazoletas incluso dibujan calles y banquetas, y desde los balcones crean paisajes inconfundibles de tonos violáceos.
Las jacarandas fueron traídas a México por los japoneses en 1910, florecieron gracias a que tenemos un clima similar al del país asiático ya que no llueve durante la primavera y se cree que su flor es muy similar al de los cerezos.
También se tiene otra versión en la cual se sabe que el árbol llegó a México procedente de Manaus, Brasil, a través del Puerto de Veracruz y desde entonces, cada primavera florece y embellece las principales calles.
De lo que no hay duda es que su frondosa sombra y olor característico atraen a solitarios, enamorados de la vida y románticos que en esta época del año si se acercan con más gusto a este árbol que embriaga, la vida, la vista y el olfato.