Militarizar la policía estatal no es una solución al problema de la seguridad pública porque los soldados tienen formación combativa y la de los policías es preventiva; el Congreso del Estado apoyará las medidas que se tomen para solucionar el problema, pero tampoco entregará un cheque en blanco, advirtió el diputado Rubén Guajardo Barrera.
La llegada del general Guzmar Angel González como secretario de Seguridad Pública es una buena señal porque tiene excelente relación con la Guardia Nacional y eso ayudará a que haya coordinación entre el gobierno federal, el estatal y los municipales que son la primera acción preventiva, dijo el diputado en la instalación de la Comisión de Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social.
Al evento protocolario acudieron el secretario de Seguridad Pública General de Brigada D. E. M. Gúzmar Ángel González Castillo, el vice fiscal jurídico en funciones de Fiscal General del Estado José Luis Ruiz Contreras y el sub secretario de enlace del gobierno del estado Juan Pablo Escobar Martínez.
El diputado Rubén Guajardo añadió que “es indispensable reconocer que el problema es integral y abarca desde la parte preventiva hasta la parte de reinserción. En este sentido, necesitamos reconocer que la parte preventiva de la política de seguridad es prácticamente inexistente y que la condición de los centros de reclusión es verdaderamente crítica y que de no atenderse ambas, pueden provocarse crisis con consecuencias verdaderamente graves”.
Puntualizó que “vamos a tener sana cercanía con la Secretaría de Seguridad Pública, con todas las entidades relacionadas con esta materia que forman parte del poder ejecutivo del Estado y con las de los ayuntamientos. Tenemos claridad de que se necesita trabajar fuertemente para mejorar el control y confianza en el sistema estatal de seguridad pública”.
“Necesitamos perfeccionar las leyes, para elevar la calidad con la que formamos a nuestros policías, pero también para fortalecer las capacidades institucionales de corporaciones que hoy se encuentran francamente en condición de abandono y que, si no rescatamos, difícilmente podrán entregar buenos resultados en el corto y largo plazo. Se ha dicho que a San Luis Potosí le faltan policías y eso es cierto porque la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas es tener un mínimo de 1.8 policías por cada mil habitantes, lo cual significa que a nuestro estado le hacen falta por lo menos 3,500 elementos para poder cumplir esa recomendación”.
“Pero eso no es lo peor: lo más preocupante es que la mayoría de quienes formalmente son policías no se dedican a cuidar a la sociedad y que, lamentablemente, no abundan potosinos que quieran ser policías porque ha faltado visión para apoyar el ejercicio policial, darle el justo reconocimiento y condiciones de trabajo que merecen y tampoco, para premiar las buenas prácticas dentro de las instituciones de seguridad pública”, expuso.