No es normal que la tasa de contagios se mantenga por encima de 300 y la de decesos por arriba de los 20 casos, es por eso que la semaforización no está supeditada a los pacientes que pudiera haber en el Estado, por ello se atienden 10 indicadores que apoyan cualquier estrategia para el combate al coronavirus.
La pandemia continúa activa en todo el mundo con niveles altos de transmisión y prueba de ello son los más de 350 mil casos y 7 mil defunciones que se registran día a día y dado que aún gran parte de la población no ha estado en contacto con el virus, todos son susceptibles a contagiarse en algún momento, e inclusive si ya se cursó la enfermedad, se debe recordar que las defensas que genera no son permanentes, es decir, al paso de 3 meses en general, disminuyen de forma importante los anticuerpos y se puede volver a contagiarse.
La semaforización de riesgo va en función de 10 indicadores que evalúan el comportamiento de la pandemia que en general tiene que ver con la cantidad y tendencia de casos hospitalizados, sospechosos, defunciones, positividad (número de pruebas positivas respecto las tomadas) y desde luego también la disponibilidad de camas para atención COVID, tanto de pacientes que requieren ventilación mecánica como de pacientes que no lo requieren, se consideró en el Comité Estatal para la Seguridad en Salud.
"El color del semáforo no va en función de un número de casos, es decir, de 100 a 199 diarios= amarillo, de 200 a 299= rojo, no es así. Ahora bien, la cantidad de casos que se están reportando día con día, aunque ha disminuido en comparación de los que se venían reportando a mediados de enero que fue producto del incremento de la movilización y reuniones sociales a finales de diciembre, también obedece a que se ha estado registrando un mayor número de laboratorios participantes y que anteriormente no teníamos su información, es decir, se tiene una mayor capacidad de notificación y registro de casos; lamentablemente también continúan ocurriendo defunciones".
Por estas situaciones es que no se debe bajar la guardia y mantener las medidas de prevención y sana distancia en toda la población. Se necesita estar muy al pendiente con el seguimiento de la pandemia, podría entrar en una situación de meseta como ya ocurrió posterior al pico de finales de julio y agosto del año pasado, posterior a la primera oleada que se presentó.