El incremento en los precios de los productos sigue totalmente desbordado, al grado de que, la industria restaurantera ha comenzado a recibir capacitación para sustituir ingredientes en sus platillos, a fin de poder seguir costeando sus menús.
Eduardo Kasis Chevaile, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), señaló que, desde el organismo están brindando constante capacitación a los empresarios del sector, y recientemente han comenzado a dar cursos para reemplazar algunos ingredientes de sus platillos, porque los precios de varios insumos siguen al alza.
Detalló que, por ejemplo, el tomate es uno de los productos que recientemente se disparó su precio y que la carne de res sigue sin poder estabilizar su precio; esto ha llevado a que, hoy por hoy, pensar en poner un restaurante donde su ingrediente principal sea la carne no es un negocio viable.
“De verdad todos los días estamos rehaciendo nuestros menús, porque no podemos impactar todos estos incrementos en el costo de los platillos, aunque todos hemos notado que del año pasado a este el incremento en los alimentos fue muy fuerte; si bien, la gente tiene un límite en su capacidad de pago, pero tampoco podemos estar cambiando el menú todos los días”, expresó.
Comentó que, si bien, los empresarios ya tienen previsto que hay alimentos que en ciertas temporadas del año sufren incrementos en su precio, lo cual no les afecta tan severamente, pero, lo que ha desestabilizado la operatividad de los restaurantes son los aumentos desproporcionados fuera de temporada que han tenido varios insumos.
En ese sentido, destacó que la inseguridad en las carreteras, el incremento a los costos de los transportes y la sequía son factores que también impactan en el sector restaurantero, porque provocan un rompimiento de las cadenas de suministro, y, por ende, al no haber insumos suficientes para la preparación de platillos, los precios en los menús se elevan.
“Lo que estamos viviendo ahorita nos va a afectar tres meses después, cuando una cosecha no se dio y no haya nada que comprar después, lo poco que esté disponible obviamente se dispara de precio. La inseguridad también es un gran problema y la inclemencia que estamos viviendo con la sequía, aunque también el exceso de agua nos afecta; entonces, por todos lados donde veas es muy complejo el tema”, agregó.