El regreso a las aulas en la nueva normalidad obliga a maestros, padres de familia y sobre todo a alumnos, a adoptar nuevas formas de convivencia en su educación, la principal de ellas es la restricción en la convivencia al interior de las aulas.
De acuerdo con el profesor Pedro Armendáriz Rodríguez, director de la escuela Francisco Murguía, el primer día de regreso a clases después de meses, se vivió en esa institución educativa con mucho entusiasmo y mucha alegría, no solo por parte de los menores sino también por sus padres.
“Con mucho entusiasmo, alegría, con muchas ganas de estar nuevamente en la escuela, nosotros habíamos contemplado que habrían de regresar un 80 por ciento pero todavía un poquito de duda para regresar, por parte de los padres de familia, por lo que tuvimos menor número que el contemplado”.
El director de la institución, celebró el hecho de que ningún papá o mamá se hayan resistido a enviar a las aulas a los menores. Destacó que antes de la pandemia se tenían mejores condiciones, la institución celebra que actualmente haya circunstancias mejores,
La señora Maritza, considero adecuadas las acciones de sanitización que se realizan en las instituciones donde estudian sus dos hijos, en tanto que la menor que este año cursará su jardín de niños.
Estuvo de acuerdo en el regreso a clases ya que desde su punto de vista el regreso a las aulas era algo que ya era necesario hacer, “por el aprendizaje, la convivencia y las medidas de seguridad.
En cuanto a la disminución de menores al interior de las aulas estuvo de acuerdo, se turnarán días y horas, “en la primaria en su salón eran alrededor de 30 estudiantes y este inicio solo cinco vinieron a clase, y en total acudirá a las aulas dos días a la semana, los menores que cursan el nivel preescolar, aún no inician clases presenciales.