El director del Rastro Municipal, Miguel Martínez Soto, admitió recibir denuncias por la operación de rastros clandestinos en esta capital, pero que no las atiende por no ser de su competencia, y rechazó que el rechazo de algunos introductores de ganado al nuevo rastro derive en la proliferación de centros de matanza ilegales.
Explicó que tiene conocimiento de por lo menos cinco quejas por rastros clandestinos, todas anónimas, que reconoció no las ha atendido por ser del ámbito de la Secretaría de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Además, señaló no cuentan con personal de inspección para en un dado caso realizar las verificaciones o atender las quejas recibidas.
Asimismo, aseguró que la actividad en el actual rastro municipal ya no puede sostenerse, pues se requiere de una inversión de más de 20 millones de pesos para mejorar sus instalaciones, además de que sigue siendo un problema para quienes habitan en los alrededores que se quejan de problemas de sanidad, olores y riesgo de drenajes colapsados.
Por el contrario, dijo Martínez Soto, la inversión para echar a andar el nuevo centro de matanza es menor y traerá mejoras en el sacrificio, calidad en la carne por los procesos de higiene así como en el rendimiento del ganado a comparación de los productos finales que se obtiene en el actual Rastro de B. Anaya.
También lee:
.jpg "SEFIN No Impuestos 110919 (1).jpg")
.jpg "Rastro de Peñasco (2).jpg")
