Sí es una privatización del agua lo que está en proceso a través de los decretos recientemente expedidos a nivel nacional, acusaron integrantes de la asociación Cambio por San Luis, que este jueves se manifestaron afuera de las instalaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Luego de que hace unos días se hizo “viral” una noticia respecto a que mientras los mexicanos presenciaban el partido de la Selección Mexicana de Fútbol, se privatizó el agua, y pese a que la Conagua salió a desmentir dicha información, este jueves se convocó a una movilización nacional en contra de la privatización del vital líquido.
Al respecto, María Elena Mata, integrante de la asociación Cambio por San Luis, indicó que “nos están tratando de vender la idea de que no están privatizando el agua cuando en realidad la están preparando para usarla para el Fracking; en San Luis Potosí van a tratar de usar los afluentes del río Pánuco, del río Gallinas”.
Incluso aseguró que el ex presidente Vicente Fox Quesada pretende invertir en la Huasteca Potosina, “y es petrolero el hombre ahora, no sé en qué lógica piensan que nos vamos a tragar ese cuento de que nos están protegiendo, no somos tontos y no vamos a permitir”.
Denunció que al utilizar el agua potable para el Fracking, ésta es regresada al subsuelo contaminada, “la inyectan envenenada, arrastra 600 químicos por lo menos, esa agua jamás la vamos a poder recuperar, no hay cómo potabilizarla, además de que contamina los mantos internos”.
Destacó que países como Estados Unidos, Canadá y Francia ya prohibieron el Fracking, “ellos sí están protegiendo el agua y nosotros la estamos poniendo en charola de plata para que vengan y nos rieguen con agua venenosa”.
La activista aseguró que en esta oposición a la privatización del agua están involucradas varias organizaciones, aunque la protesta en la sede de la Conagua en San Luis, tuvo poca participación; además señaló que aún es tiempo de frenar la privatización ya que no han comenzado los proyectos de explotación del recurso natural, mismo que destacó “es un derecho humano, un bien natural, no es un negocio”.