Los ciudadanos no han entendido lo que implica el retroceder a color rojo en el semáforo epidemiológico, y las consecuencias económicas y de salud pública que esta situación implicaría, pues desafortunadamente la movilidad en la entidad no ha disminuido, y todavía hay mucha gente que circula en la calle sin cubrebocas y que no respeta la sana distancia.
Señaló el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), Julio César Galindo Pérez, quien manifestó que el sector empresarial se encuentra muy preocupado porque San Luis Potosí ya se encuentra al tope en la capacidad hospitalaria, tanto en el sector público como en el privado, y temen que el incremento en contagios y defunciones nos lleve a un semáforo rojo, que implique el cierre de muchos negocios que no son considerados como actividades esenciales.
“No entendemos y no comprendemos la magnitud que puede implicar el que nuevamente San Luis Potosí regrese a semáforo rojo. Hemos visto lo que ha sucedido en otras partes del país, como la Ciudad de México, Chihuahua, Querétaro, etcétera, que han pasado a semáforo rojo y que lamentablemente están sufriendo las consecuencias”, expresó.
Si bien, apuntó, los diferentes sectores productivos, desde el comercial, el industrial, de servicios, entre otros, han estado reforzando los protocolos sanitarios para cuidar la salud de los trabajadores, así como diseñando estrategias para mantener los empleos activos; sin embargo, los esfuerzos no son suficientes para reducir los contagios, si de manera personal los ciudadanos no cooperan cuidando de su propia salud.
Ante ello, reiteró el llamado a la población en general a que con mucha conciencia y responsabilidad se cumplan las medidas sanitarias, y que las personas de grupos vulnerables, como niños y adultos mayores, respeten las restricciones establecidas en los negocios.
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