Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte 30 por ciento mayor en comparación con aquellas que sí realizan alguna actividad.
La inactividad fes el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad mundial, si se práctica de manera habitual alguna actividad física, tiene el potencial para prevenir y controlar muchas enfermedades (diabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad, osteoporosis).
La pandemia y la vida actual ha traído como consecuencia el sedentarismo en algunas personas, sobre todo en los menores, factor que tienen que cambiar para no llegar a enfermedades crónico degenerativas.
Cada 6 de abril se conmemora el Día de la Actividad Física, con el objetivo de sensibilizar y promover una de las principales herramientas para mejorar la salud y prevenir enfermedades, siendo el lema de este año, “Muévete para vivir”.
Practicar la actividad física de manera regular y sistemática, genera beneficios como cuidar el peso corporal, contrarresta la depresión, la ansiedad, reduce el estrés, mejora la postura, fortalece huesos y músculos; es una de las maneras más sencillas de mejorar la salud y mantenerse sano.
Se recomienda tratar de utilizar menos el coche, caminar, andar en bicicleta o cualquier modo de transporte no motorizado. Si en el lugar de trabajo se pasan muchas horas sentado, se debe intentar hacer breves descansos. Buscar motivos para levantarse, dar una vuelta, beber agua, subir alguna que otra escalera y evitar estar quieto en una silla durante horas.
Los Servicios de Salud a través del Departamento de Promoción para la Salud recomiendan a personas adultas realizar actividad física moderada de 150 a 300 minutos a la semana, mientras que para menores, se recomienda un mínimo de 60 minutos al día, además de combinarla con una alimentación saludable e hidratación constante.