Los padres de familia son responsables de la educación de sus hijos, no son corresponsables de la educación, como lo dice el artículo 78 de la nueva Ley General de Educación. La autoridad para educar a sus hijos la tienen los papás, no las instituciones educativas, por eso deben contar con la plena libertad de educar a sus hijos como a ellos les parezca mejor y como consideren más prudente, con valores humanos y espirituales que a ellos les servirán de enriquecimiento humano e integral para toda su vida. Ya que una persona debe crecer en valores y no que otros factores les impongan otra educación y otros valores.
Así lo señaló el Presidente Ejecutivo de Educación y Cultura de la CEM (Conferencia del Episcopado Mexicano), Pbro. Eduardo Corral Merino, quien en la Universidad San Pablo impartió la mañana de hoy Viernes, la conferencia “La Educación desde el Magisterio de la Iglesia y Realidad Mexicana”.
Hay muchos factores que afectan a nuestros niños, dijo el prelado, pues “es lamentable como de 200 días calendarizados que deben tener los alumnos de clases sólo se imparten clases 70 días y de un millón 500 mil maestros que hay, sólo una minoría nada representativa, que es de 70 mil maestros son del SNTE, son quienes toman las riendas de toda la educación en el país, eso no debe ser”.
Aseguró que debe existir corresponsabilidad por parte de la sociedad, las familias y el Gobierno estatal, federal y municipal, la educación no se puede dejar a la deriva sólo a nuestras autoridades, todos debemos tomar conciencia y ver cómo puede mejorar en gran medida la educación en nuestro país. El Papa dice que se ha roto el pacto educativo entre sociedad, familia y gobierno, y no está equivocado.
Muchos niños no tienen desarrollada la masa cerebral, no es que no quieran estudiar o no quieran aprender, de eso debemos estar muy conscientes. De ahí la importancia de que las instituciones educativas se comprometan a ofrecer más alta calidad educativa y ver la forma más óptima de que los niños puedan aprender más y de mejor, con métodos innovadores y creativos de enseñanza aprendizaje y ver los logros y alcances que se tienen en periodos cortos de tiempo para evaluar más acertadamente.
Indicó que si no se trabaja con autonomía de la autoridad federal se tendrá problemas muy severos y serios diariamente, por lo que la educación la debe evaluar un organismo o instituto de evaluación autónomo, que sea imparcial y objetivo, no que dependa de las autoridades federales.
En su intervención el Rector de la Universidad Potosina, indicó que se acaba de hacer un diagnóstico a fondo de los niveles educativos que se tienen en San Luis Potosí, los cuales dan cifras muy tristes, se constató que de 100 alumnos que terminaron la educación Primaria, sólo 5 comprenden lo que leen, y sólo 3 alumnos de 100 pueden resolver operaciones matemáticas de lo más sencillo.
A este problema que citó el Rector de la Universidad Potosina, el Secretario Ejecutivo de Educación y Cultura de la CEM (Conferencia del Episcopado Mexicano) recomendó a los directores de escuelas e institutos educativos particulares, que fomenten el Club de Tareas por las tardes, fomenten el gusto por los diferentes tipos de deporte que hay, como torneos de fut bol, básquetbol o volibol, etc., grupos activos de Boys Scouts, clases de instrumentos musicales, de canto, de oratoria, de poesía, círculos de lectura, obras teatrales clásicas, cine cultural, bandas musicales, bandas de guerra, actividades culturales diversas, es mucho lo que pueden hacer para mejorar la educación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes que estén dispuestos a apostarle a la vida y no a una cultura de muerte. Todo esto ayudará a que sean mejores seres humanos, de educación y formación integral que desde jóvenes sean agentes de cambio, transformadores de una sociedad que muchas veces vive sumergida en el error.
Por último dijo que es urgente y preciso hacer diagnósticos acerca de cómo lleva el niño la memoria, sus afectos, sus emociones, sus facultades no sólo corporales sino específicas y espirituales, hay que analizar cómo están sus sentidos internos y externos, hay que hacer un pacto educativo formal, no lo olviden, --dijo el sacerdote-- un pacto en el que participen al 100% los padres de familia, antes que otro ente social los eduque y no les brinde la educación adecuada a sus hijos y que anhelan para que ellos sean íntegros, honestos, justos y por ende felices en plenitud al ser agentes de cambio, de un México y un mundo mejor.