Hay discriminación de género en el reclusorio La Pila, denunció Marcela García Vázquez, presidente de la asociación Nueva Luna, que por nueve años ha trabajado con las mujeres internas en un taller de escritura autobiográfica.
La activista indicó que con la salida de la empresa Traktolamp, la mitad de las mujeres que se encuentran privadas de su libertad en La Pila, quedarán sin empleo, “es un conflicto porque van a estar en condiciones de ocio, de ahí pasan al conflicto o a prácticas que no son saludables, porque aparte de ese trabajo no hay ocupación, no hay actividades, se puede llegar a la ingobernabilidad”.
Mencionó que mientras en el área varonil se cuenta con talleres y con más empresas que dan empleo o que los reclusos tienen la oportunidad de comercializar sus productos, en el área femenil no ocurre lo mismo, “es una forma de discriminación que piensen que por ser 100 mujeres no merecen atención, no merecen tener garantizados esos derechos”.
Además destacó que en el caso de Traktolamp, habría que cuestionar porqué Gobierno permitió que durante tantos años operar en La Pila con bajos salarios y sin derechos laborales para las internas, “era una forma de explotación”, por lo que llamó a que ahora que esta empresa salga, se busquen mejores opciones laborales para las mujeres y que realmente se trabaje para que exista una reinserción social cuando terminen su condena.
Finalmente, García Vázquez indicó que al parecer el fondo de ahorro de las internas se le entregará a la Dirección de Prevención y Reinserción Social para que a su vez, ésta la entregue a las mujeres cuando cumplan su condena, por lo que pidió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) que se mantenga atenta al uso de estos recursos y que lleguen a las beneficiarias o sus familias.