En el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, la preocupación por la calidad del agua utilizada en las áreas de cultivo ha generado un debate que involucra tanto a las autoridades locales como a los productores agropecuarios. Según informó Juan Mendoza Ruiz, Director de Desarrollo Rural y Agropecuario del municipio, las recientes lluvias han llenado los canales de riego con aguas provenientes del río Santiago, mismas que, según sus declaraciones, "son aptas para aprovecharse en las cosechas de los productores".
Mendoza Ruiz explicó que estas aguas, de origen pluvial, llegan a las zonas de cultivo en la región de Tinaja Purísima, donde se utilizan para regar cultivos como maíz y alfalfa. "Es agua buena y no lleva contaminantes como tal", aseguró el director, señalando que año tras año se ha aprovechado esta agua para las labores agrícolas en las parcelas de los ejidatarios.
Sin embargo, estas declaraciones se han visto confrontadas por un informe del Grupo Universitario del Agua de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, que advirtió sobre la presencia de contaminantes en el agua desfogada de la presa San José, que se acumula en la localidad de La Tinaja. Según el informe, esta agua no debería utilizarse para consumo humano ni debería infiltrarse al suelo, dado el riesgo de contaminación.
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Ante esta situación, Mendoza Ruiz subrayó la necesidad de realizar estudios que confirmen la presencia de dichos contaminantes. "Para realmente descubrir si llevan contaminantes, necesitamos estudios más específicos", comentó. Además, defendió el uso de estas aguas para riego, indicando que "no es algo novedoso", ya que cada año se han utilizado sin aparentes efectos negativos en los cultivos o en el ganado.
El debate sobre la calidad del agua también ha incluido discusiones sobre la posible construcción de una represa en la región, un proyecto impulsado por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona. Según Mendoza Ruiz, esta represa podría evitar que el agua se disperse en los terrenos, permitiendo un mejor aprovechamiento en los sembradíos y evitando inundaciones que en el pasado han afectado a comunidades como Tinaja.
En cuanto al riesgo para la población o los animales, Mendoza Ruiz minimizó las preocupaciones, asegurando que hasta la fecha no se ha identificado ningún problema grave relacionado con el uso de estas aguas en la agricultura o para el consumo animal. "Si hubiese un problema, ya se le habría dado solución", afirmó.
La situación; sin embargo, sigue generando incertidumbre entre los habitantes y productores de la región, quienes ven con preocupación las advertencias sobre la calidad del agua. Mientras tanto, las autoridades locales continúan promoviendo el uso de estas fuentes hídricas para garantizar el riego de las parcelas en Soledad de Graciano Sánchez, un recurso vital en tiempos de sequía.
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