Tan sólo en la zona metropolitana de San Luis Potosí operan unas 422 pandillas que en su mayoría están integradas por menores de edad, lo que obliga a atender de fondo la problemática ya que se trata de personas que en un futuro podrían cometer delitos graves, señaló la diputada Angélica Mendoza Camacho.
Dijo que recientemente el diputado Pedro César Carrizales recibió la instrucción presidencial de encabezar un proyecto por la paz, que incluye la recuperación de espacios públicos, talleres y reorientación de los jóvenes para impedir temas de drogadicción y violencia, el cual se replicará en seis entidades del país.
“Es preocupante el incremento que se ha presentado en el número de pandillas juveniles en la zona metropolitana de San Luis Potosí; es necesario que las autoridades de los tres niveles de gobierno trabajen en la conformación de políticas sociales que permitan rescatar los espacios públicos generar acciones para integrar a los jóvenes en actividades deportivas, académicas y culturales”.
Abundó que lejos de criminalizar a las bandas juveniles es necesario generar una mayor atención al problema de pandillerismo que se presenta en la entidad, sobre todo, porque se tienen registros de que ingresan menores de edad.
La diputada Angélica Mendoza, dijo “es muy preocupante que los niños estén participando cada vez más en estas pandillas, por ello, es necesario tomar cartas en el asunto mediante acciones vinculatorias que les permitan a los adolescentes tener mejores alternativas de vida”.
Consideró que parte de estos problemas sociales se generan por conflictos familiares, por ello, es necesario que los padres de familia generen una mejor comunicación con sus hijos y estén al cuidado de las actividades que realizan en su vida cotidiana.
La secretaria de la Comisión de Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social del Congreso del Estado, diputada Angélica Mendoza Camacho, sostuvo que el problema del pandillerismo no es privativo de la zona metropolitana, sino, también de algunos municipios del interior del Estado, por ello, es necesario que se fortalezcan los programas de prevención vinculados al impulso de actividades deportivas, culturales y educativas en apoyo a los adolescentes.
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