Originaria del Municipio de Rioverde, San Luis Potosí, la maestra Martha Gallegos Briones, cumplió 73 años en la docencia. Frente a grupo ha dado cátedra de la verdadera enseñanza, no sólo aquella de los números y las letras, sino de la que pocos tienen, de las emociones y valores que se sustentan en las múltiples generaciones de estudiantes que ha acompañado a lo largo de su trayectoria.
Con casi 91 años de edad, sigue activa y actualmente se sometió a las evaluaciones de la Reforma Educativa, que la llevaron a ganarse el cargo de supervisora de la zona 12 en la zona Media, dejando a su cargo el mandato en 15 escuelas de esa región.
A los 13 años de edad, su padre le permitió estudiar la carrera en el Instituto Normal México en el Estado de Puebla, institución educativa que dirigía Juanita Palacios -egresada de Inglaterra-.
Su vocación estuvo influenciada por la Misión Evangelista que se gestaba en la época y embelesada porque antes se decía que las personas que sabían letras y números ya eran maestros, cursó la instrucción educativa, recibiendo el apoyo familiar.
“Es una experiencia preciosa, que me han permitido cumplir la promesa que le hice a mi padre, si piensa cumplir, acepte y si no, de una vez diga que no y gracias a Dios, que aquí todavía estoy tratando, tengo la responsabilidad de 15 escuelas, con directores excelentes que dejan semillas y plantitas humanas”.
Desde siempre ha estado de alta en el Sistema Educativo Estatal Regular, SEER, y en sus manos han pasado muchas generaciones de estudiantes, tantas que ya no recuerda el número preciso de todos los que han estado a su cargo.
Sobre las nuevas generaciones de alumnos opinó que los estudiantes necesitan docentes de mística y vocación, además de ser apoyados fuertemente con valores desde el hogar.
Pese a su cansado cuerpo y los habituales achaques de la edad, piensa continuar trabajando, “estoy en la zona doce de Rioverde, recuerdo las palabras de mi directora Juanita Palacios, que le dijo a mi hermana que fue a mi graduación, Señorita, así como Martha, mándeme muchas de San Luis, esas palabras aquí me quedaron y esas palabras me mueven para darle honor y gloria a todos los maestros, porque de todas manera, algo enseñan, guían, forman, si cultura, ciencia y ahora un tanto escaso la parte espiritual”.