Lo único que salvará a México es el amor: Monseñor Juan Manuel Mancilla Sánchez

"Tenemos que ser audaces para hacer el bien y astutos para vencer el mal"

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

  · lunes 15 de enero de 2024

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

"No hay de otra, aquí lo único que salvará a México es el amor a nuestra Patria, es el único factor que nos podrá ayudar a combatir todo tipo de problemas".

Así lo señaló el Obispo titular de Texcoco, Monseñor Juan Manuel Mancilla Sánchez, en entrevista exclusiva con "El Sol de San Luis", quien afirmó que lo único que salvará a México es el amor, pues todo problema se puede evitar, combatir y prevenir por el amor que cada ser humano tenga".

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

"Si así lo concibiéramos todos y cada uno de nosotros "otro gallo nos cantaba"; pero parece que el amor y los nobles sentimientos se han quedado en el olvido y los hemos hecho a un lado".

"Recordemos como cuando el rey David pecó gravemente, sentía que perdía todo, por eso le pidió a Dios Nuestro Señor que le regresara su espíritu de príncipe, pero concibiendo el espíritu de príncipe, según la mentalidad de Dios, es decir un príncipe generoso, espléndido, compartido, amoroso. Así deberíamos de ser todos y nuestra vida sería otra".

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

Es por eso que hay que te era un espíritu caritativo, según Cristo, un espíritu como el del rey David, que fue ágil, polifacético, versátil, para hacer el bien a nuestros hermanos, para velar por los más pobres, vulnerables, marginados, por los olvidados de nosotros".

"Que sea el amor el pilar y el eje central de todo lo que realicemos, porque es el amor la fuerza que nos debe impulsar a ser cada día mejores".

Angélica Maldonado | El Sol de San Luis

"Tenemos que ser audaces para hacer el bien y astutos para vencer el mal".

Así lo dijo el Obispo titular de Texcoco, quien con su característica sencillez, amabilidad y ternura, saludó gustoso y abrazo efusivo a los fieles potosinos, a quienes tomó por sorpresa con su vista relámpago, que sintieron verdaderamente como una grata bendición.

Siempre educado, fino en su trato, amoroso, se dejó consentir por sus fieles católicos potosinos que besaron su anillo Episcopal como símbolo de profundo respeto al ser Sucesor de los Apóstoles.

Sus fieles y paisanos lo admiran y tienen un afecto especial, pues este gran líder espiritual es orgullosamente potosino.