Lo peligroso de la izquierda 

Según el INEGI en los últimos cinco años hubo un promedio de 351 mil 506 accidentes de tránsito terrestres en México, y el número de víctimas mortales promedia 4 mil 227.

Sufrir un accidente al ir en un vehículo de transporte terrestre, implica la pérdida de la salud de forma súbita o en ocasiones tiene consecuencias graves para la función de algún órgano del cuerpo, es decir, las secuelas pueden ser permanentes y la disfunción en el estado de salud repercute también en la salud de la familia de quien sufre un accidente de tránsito.

Las lesiones que se pueden presentar van desde contusiones, que se manifiestan con moretones, heridas leves y de pocos centímetros que ameritan una sutura, aunque las de la piel cabelluda pueden ser graves. Traumas craneoencefálicos con pérdida de la conciencia y hemorragia intracraneal. Fracturas costales y fracturas de extremidades de diferente gravedad. Traumas de tórax y de abdomen que pueden ameritar una cirugía urgente para controlar una hemorragia.

Un área poco conocida son las lesiones psicológicas, que van desde sentimientos de culpa, depresión intensa y estrés postraumático. Los costos de una atención hospitalaria pueden ser catastróficos. Las lesiones dependen del tipo de accidente, vehículos involucrados, personas participantes y su papel como conductor o como pasajero, pero sobre todo la velocidad a la que se conduce y las condiciones de los caminos.

Resulta interesante el trabajo publicado por la Coordinación de Seguridad y Operación del Trasporte del Instituto Mexicano del Transporte, en donde se establecen índices de peligrosidad, de accidentes mortales, de heridos, de muertos y los dan en base a cien mil vehículos-kilómetro, por lo que la interpretación del estudio en cuanto a consecuencias de un accidente es para expertos, pero es una muy buena base para conocer que sucede en México.

En el estado de San Luis Potosí, la carretera hacia Villa de Reyes es altamente peligrosa. Una apreciación empírica personal era que los domingos por la tarde-noche, o sea, en el ocaso, hay más accidentes, donde se involucra una familia que salió alegremente de paseo, a Gogorrón por ejemplo, sin embargo, los datos fuertes nos refieren el jueves con luz de día como el tiempo donde hay más accidentes, tal vez por condiciones de trabajo.

Para una persona que sufre un accidente su estadística es el 100%, aún si sobrevive. La prevención entrelaza los aspectos médicos con los de la ingeniería de tránsito, la comunicación y la psicología. Insistir en el uso de cinturón de seguridad, bolsas de aire y otros dispositivos mecánicos, salvará vidas. La responsabilidad del conductor implica no conducir alcoholizado o a alta velocidad. Exhibir vehículos chatarra producto de un accidente, no ayuda a la toma de consciencia del conductor, tal vez sería bueno reforzar los aspectos psicológicos de respeto y amor para la familia o los amigos que van en el vehículo.

Conocer los reglamentos de tránsito es importante, deberían ser incluidos estos temas desde el kinder y en forma repetida. No se debe rebasar por la derecha, pero, se han fijado que en las autopistas hay quien conduce muy arriba del límite de velocidad y siempre en el carril de la izquierda, ¿son o no un peligro?

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