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Introductores de ganado rechazaron ir al nuevo rastro municipal al asegurar que no está en condiciones de operar, como apenas la semana pasada garantizaron funcionarios del Ayuntamiento capitalino. Dijeron que, inclusive, hay riesgos para los trabajadores.
Al acudir a la Unidad Administrativa Municipal con intenciones de entrevistarse con el alcalde, Francisco Xavier Nava Palacios, un grupo de introductores se quejó de la cerrazón del responsable del rastro municipal, Jorge Martínez, que se ha negado a dialogar con ellos y explicarles a detalle la presunta mudanza que se realizará hacia el nuevo centro de matanza, ubicado en la comunidad de Peñasco.
Acusaron a las autoridades municipales de hacerlos a un lado, cuando son la principal fuente para que el rastro funcione, indicaron que ni siquiera se les ha invitado a conocer las instalaciones del nuevo rastro que, según el Ayuntamiento, en breve podría ponerse en operación.
Ha sido por su cuenta que han obtenido información de tales instalaciones y “sabemos que no está en condiciones de operar; le hacen falta muchas adecuaciones”; indicaron que se realizaron algunas pruebas de matanza, pero en ellas utilizaron puercos y no ganado mayor. Pidieron a las autoridades realizar las mejoras necesarias antes de iniciar operaciones
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