El humo derivado de la quema leña, basura o de un incendio forestal, contiene una mezcla de gases y finas partículas que pueden representar una amenaza a la salud de las personas.
El problema a la salud radica en que las partículas que se producen son tan pequeñas que producen diversos daños a la salud como irritación en ojos, mucosa nasal, vías respiratorias bajas, así como exacerbar enfermedades cardíacas y respiratorias, manifestado por ardor en los ojos, goteo nasal, tos, flema, silbido en el pecho y en algunos casos dificultad para respirar.
Las personas con mayor riesgo son los niños y Niños, incluidos los Adolescentes y adultos mayores, personas con enfermedad cardíaca o pulmonar, como insuficiencia cardíaca, angina de pecho, enfermedad cardíaca isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema o asma, personas con diabetes, ya que es más propenso a padecer enfermedad cardiovascular.
Gerardo Arteaga Domínguez, Subdirector de Epidemiología de la Secretaria de Salud de Gobierno del Estado, expuso que es recomendable atender las siguientes medidas, como que nunca deben acercarse a un incendio y limitar la exposición al humo, si se padece alguna enfermedad cardíaca o pulmonar, como asma, acercarse con su médico para establecer acciones preventivas y medidas de rescate.
También se deben abstener de realizar actividades al exterior y que impliquen actividad física, sí se aconseja permanecer adentro, tomar medidas para mantener el aire interior tan limpio como sea posible. Mantener las ventanas y puertas cerradas a menos que esté extremadamente caluroso afuera, abrir las ventanas para ventilar la casa cuando mejore la calidad el aire.
En condiciones extremas de calor, buscar un refugio alternativo, como la casa de algún familiar o un refugio con aire más limpio. Tratar de evitar utilizar objetos inflamables, como estufas a leña, a gas, hornos a gas, y velas; ya que levanta las partículas que ya se encuentran dentro del hogar.
No se debe fumar, pues produce aún más contaminación en sus pulmones y en los pulmones de la gente que lo rodea, las máscaras contra el polvo no son suficientes, ya que las partículas que contiene el humo son microscópicas, únicamente las máscaras contra partículas, conocidas como respiradores N-95 o P-100, ayudarán, pero deben utilizarse de manera correcta y en situaciones de alerta.
Se debe beber suficiente cantidad de agua para evitar deshidratación por incremento de la temperatura y sí algún niño, adolescente o adulto presenta alguna sintomatología respiratoria se debe acudir inmediatamente al Centro de Salud más cercano.
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