“El grafiti es un estilo de vida”… Es la frase más socorrida de un graffitero sin mayor argumento cuando se le cuestiona. Otros, comparan sus pintas con arte, y muchas veces lo son tan así que se han ganado un lugar reconocido en el arte urbano, inclusive a nivel internacional; llegan hasta ser contratados para elaborar complicados murales.
Sin embargo, los estereotipos suelen asociar a la mayoría con el vandalismo -allanamiento, daños a terceros- y, en contadas veces, son jóvenes que a pesar de su “estilo de vida” no cuentan con el recurso monetario suficiente ni para adquirir sus implementos.
Debido a su ilegal actividad, suelen buscar inmuebles abandonados para desahogarse, bardas en terrenos baldíos y, generalmente amparados en la oscuridad de la noche -por miedo a ser detenidos- pintarrajean todo lo que pueden… para luego engrandecer su ego presumiendo a sus amigos sus pintas no inteligibles para la mayoría.
El grafiti originalmente fue una forma de delimitar, de marcar zonas por parte de las pandillas de malvivientes; luego, se convirtió en una forma de expresión, a veces contra el gobierno, a veces contra la sociedad, a veces contra la familia. Inicialmente había reglas que debían respetarse, ahora hay “guerras” entre grafiteros porque pintan sobre el mural que ya estaba hecho.
Actualmente, y gracias a que en redes sociales los grafiteros suelen presumir sus pintas ilegales, las autoridades han podido identificar a muchos de ellos, sus círculos de amistades. Han tenido acceso a fotografías, a videos que ellos mismos se graban… inclusive a muchos metros de altura cuando se trata de pintarrajear espectaculares.
Las videograbaciones de diferentes inmuebles han permitido saber que los grafiteros “trabajan” en pareja. Mención aparte es que, durante las madrugadas, no funciona como debe de ser la “vigilancia preventiva”.
Pese a contar con ese material, junto con el que se ha recopilado de cámaras de videovigilancia, poco se puede hacer si los propietarios de los inmuebles afectados no acuden a denunciarlos; por lo general, cuando han sido detenidos, se les ha sorprendido infraganti… Entonces sus padres u otro familiar deben entrar al quite.
Craso, Biol Gordo, Sanweed, Murdock, genes, DC-3, Deak, Dosis, Gis Crew, Michh y un tal Joser-Do son solamente algunos grafiteros que han podido ser identificados, entre ellos inclusive mujeres.
Diversos colectivos agrupan a grafiteros para encausarlos, para recordarles que hay técnicas y convertirlos en verdaderos artistas. No se trata de cortarles las manos o encarcelarlos como muchos desearían; se trata de lograr que se valore su creatividad y que, en las mayorías de las veces, sus pintas no son por pura maldad.
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