Una práctica milenaria que durante unos años fue casi satanizada, vuelve a recuperar aceptación y se vuelve más común entre las personas, que a través de un tatuaje inmortalizan sobre su piel una fecha, nombre o frase significativa en su vida.
Desde su establecimiento ubicado a un costado de la Plaza del Carmen, Eduardo Robledo Gómez y Jesús Alfonso Hernández Salazar reconocen que la mentalidad de los potosinos se ha vuelto más abierta hacia las personas con tatuajes, “antes creían que habían salido del penal o estaban involucrados en actos vandálicos”, sin embargo ahora hay mayor aceptación y esto ha llevado a que tanto hombres como mujeres, y sobre todo jóvenes, se realicen un tatuaje sin temor a ser discriminados.
Este cambio también se ha visto en las empresas, pues mientras anteriormente eran rechazados los solicitantes de empleo por tener un tatuaje, por mínimo que fuera, ahora ya se aceptan, eso sí, de preferencia si están en lugares no visibles.
Eduardo explica que antes, en las tribus se utilizaban las marcas sobre la piel para indicar la categoría de un cazador, sin embargo ahora el significado es diverso, y se relaciona sobre todo al ámbito sentimental, pues de acuerdo a Jesús, uno de los diseños que más solicitan sus clientes es el símbolo de infinito acompañado de un nombre, sobre todo del papá o la mamá, así como la fecha de nacimiento de los hijos.
Apuntaron que antes de realizarse un tatuaje es necesario conocer el organismo de la persona para evitar complicaciones durante el proceso, por ejemplo, hay quienes tienen cicatrización queloide, es decir abultada, piel sensible, requieren antisépticos, tienen una cicatrización muy lenta o algún padecimiento como diabetes, por lo que en este último caso, se les recomienda que antes de realizarse el tatuaje pidan el consentimiento del médico, e incluso se les pide el certificado para verificar que su padecimiento está controlado, “nosotros tenemos cierto grado de conocimientos, pero no somos doctores”, apunta Eduardo.
Para estar preparados para conocer estos factores y la manera de reaccionar ante una eventualidad, así como las diferentes técnicas para intervenir cada zona del cuerpo, se deben tomar cursos y seminarios constantemente, y recomiendan a las personas no dejarse llevar sólo por la apariencia del local en donde van a realizarse un tatuaje, pues lo importante es precisamente la capacitación con que cuenta el tatuador.
Explican que antes de realizar un tatuaje, se les debe explicar el procedimiento a las personas, las tintas que se van a utilizar –que deben ser vegetales y de buena calidad-, llenar formularios con el nombre de quien se realizará el tatuaje, la fecha, el nombre del tatuador y de un testigo, así como un consentimiento de los padres en caso de ser menores de edad.
Una vez realizado el tatuaje se deben tener algunos cuidados generales como mantener limpia la zona para que no se acumulen residuos de polvo o algodón de la ropa, mantenerlo humectado con una solución especial o crema humectante y no consumir ciertos alimentos, además de no entrar a albercas, no usar agua clorada, y no exponerse al sol, aunque los cuidados también deben ser detallados de acuerdo a cada persona.
Y así como evoluciona la sociedad, cambia también la técnica para intervenir la piel y su significado, por lo que aseguran, tatuarse nunca va a pasar de moda.