Casas abandonadas, muchas de ellas a punto de derrumbarse y otras semidestrozadas o ya derruidas, han sido invadidas ir indigentes y vagos en el barrio del Montecillo, lo que mantiene angustiados a sus vecinos.
Según su dicho, es por lo menos una docena de inmuebles abandonados los que han sido ocupados por personas en situación de calle, pero en calles aledañas también hay fincas o locales que por su abandono han sido ocupados son problema.
De los inmuebles son pocos los que todavía tienen dueño, otros están intestada y varios más desconocen a su propietario. Visibles varios de ellos detrás de la "zona de transferencia", en la calle Chicosein, algunos ya con sus techos y paredes desplomado, también hay otros en las calles Otahegui y Jiménez.
Otros inmuebles ocupados están sobre 20 de Noviembre y Reforma que, aunque ya no son dentro del perímetro del también barrio del Kasbáh, también los enumeran sus vecinos.
Roberto R., vecino de la calle Insurgentes, explicó que de un tiempo a la fecha han reportado a las autoridades el problema, ya que temen oebsu seguridad, pero también por su salud.
Explicó que los invasores que han llegado a habitar tales fincas suelen recolectar basura, como cartones, latas o fierros, pero acumula el resto de los desechos en los lugares.
"Tenemos problemas de ratas y en temporada de calor hay muchas moscas; también es un riesgo que se metan vagos a emborracharse o a drogarse porque luego andan deambulando por las calles molestando a los vecinos o asaltando a quienes están esperando su camión ahí enfrente (en la zona de transferencia)".
El vecino reconoció que ha sido notable que hay mayor vigilancia policiaca en la zona de transferencia, pero que los policías no quieren intervenir en el caso de los indigentes." Y es que apenas los sacan, esperan a que los policías se van, y se regresan".
Ello, sin contar el peligro para los mismos invasores, por los riegos de derrumbes. Indicó que en anteriores administraciones se ha solicitado la intervención de las autoridades pero han hecho caso omiso, pero ya preparan un escrito para hacerlo llegar a las actuales, firmado por todos los vecinos, en espera de que esta vez su demanda tenga eco.