Gabriel Castillo Martín del Campo, subdirector de Hospitales de la Secretaria de Salud de Gobierno del Estado, reconoció que las respuestas emocionales, fisiológicas y endocrinas que se dan en el organismo a causa del estrés pueden provocar enfermedades y otros fenómenos como el envejecimiento prematuro.
El estrés es un estado físico y mental en el que se entra como respuesta a acontecimientos estresantes. Las respuestas ante él, no son solo conductuales, aunque esta sea la única respuesta que directamente observable.
Entre las enfermedades y trastornos físicos causados por estrés son algunas coronarias, las cuales pueden darse por el aumento de presión sanguínea provocado por la secreción de norepinefrina y cortisol. Entre estas enfermedades se encuentra la hipertensión, las taquicardias e incluso el aumento de probabilidad de sufrir un ataque cardíaco, una embolia o un infarto cerebral.
Trastornos dermatológicos como los desajustes hormonales y endocrinos, pueden causar problemas como el acné, por el exceso de secreción sebácea, la alopecia, manchas, eccemas, sequedad, sudoración excesiva y debilidad en las uñas.
Así también, la hiperfunción del sistema endocrino que puede acabar causando diabetes de tipo II, producida por el aumento sistemático de glucosa en la sangre y en los casos más graves, pueden acabar llevando a la persona a la obesidad.
Perturbaciones gastrointestinales, por el aumento de las secreciones de jugos gástricos puede provocar úlceras en el estómago, problemas digestivos, náuseas, diarreas, dolor abdominal e incluso un trastorno denominado síndrome del colón o intestino irritable.
Hasta problemas respiratorios y se da una mayor probabilidad de sufrir alergias, apnea del sueño, cortes en la respiración mientras se está durmiendo que disminuyen la calidad del sueño y asma.
Daños musculares y articulatorios, debido a la continua tensión de los músculos, ya que son frecuentes los dolores de cuello y de espalda, los tirones y las contracturas. Además, esto causa a su vez problemas articulatorios.
Dolores de cabeza y migrañas, trastornos inmunológicos, se llegan a bajar las defensas sí la situación estresante perdura en el tiempo, por lo tanto, es más probable contraer enfermedades infecciosas.
Hay también afecciones en los órganos sexuales, problemas de crecimiento, enfermedades psicológicas por estrés, trastorno adaptativo o estrés crónico, depresión, trastornos de ansiedad, dolor crónico, trastornos de la conducta sexual, puede afectar el sueño, problemas de conducta alimentaria, alzheimer, y produce un envejecimiento prematuro de áreas claves del cerebro.