La escasa presencia de las mujeres en disciplinas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, podría relegarlas en su adultez, a puestos que desparecerán a consecuencia de la automatización, además de enfrentarse a la brecha salarial, la baja representatividad y la falta de conciliación entre vida laboral y personal.

Durante la reunión mensual de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMEXME) Capítulo San Luis Potosí, se abordó el tema de la participación de la mujer en la Industria 4.0; al respecto, Mónica Rivera Valdés, primera vicepresidenta de la asociación, destacó que las mujeres se enfrentan a obstáculos como la brecha salarial, la baja representatividad y la falta de conciliación entre vida laboral y personal, lo que las pueden dejar al margen de la también llamada cuarta revolución industrial.

Recordó que según estadísticas del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la brecha salarial en México es del 16%, “esto significa que tenemos que seguir trabajando para que las empresas otorguen el mismo salario y empoderen y desarrollen a las mujeres. Que simplemente se enfoquen en sus competencias, no en su género, ni en su vida personal o familiar”.

Con ella coincidió Daniel Escobedo Uribe, presidente de la Asociación de Ejecutivos de la Gestión del Talento Humano de San Luis Potosí (Aderiac), quien agregó que uno de los grandes retos es incrementar la representatividad de las mujeres en puestos directivos y en funciones que en pleno 2024 se siguen considerando “masculinas”, “me alegra informar que hay muchas empresas, especialmente en Zona Industrial, que ya no le preguntan a las mujeres si tienen hijos, si tienen disponibilidad de tiempo, simplemente se enfocan en sus competencias. Esto va a ayudar mucho a incrementar la representatividad de las mujeres en puestos clave para la industria 4.0”, declaró.

Escobedo Uribe resaltó que el reto inicia desde la educación, porque en disciplinas como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, que son fundamentales para la industria 4.0, la presencia de mujeres aún es escasa, lo que podría limitar su participación y relegar a la mujer a puestos que con el paso del tiempo pueden desaparecer por la automatización.

Rivera Valdés planteó, además, la necesidad de transformar la cultura laboral que en muchos lugares sigue siendo masculina, lo que crea barreras para las mujeres, pero también las expectativas que se tienen de las mujeres a nivel familiar y de pareja, que las orillan a rechazar puestos laborales por no poder conciliar su vida laboral con la familiar.