El porcentaje de mujeres que trabajan y ganan menos de un salario mínimo es de 32.5 por ciento, mientras que el de los hombres es de 23.9 por ciento; la marcada diferencia entre lo que ganan hombres y mujeres, las coloca a ellas en una situación de vulnerabilidad.
De cada 100 mujeres en la entidad, cerca de 43 se encuentran en pobreza, ocho en pobreza extrema, mientras que 33 presentan algún tipo de vulnerabilidad, ya sea por carencia de ingreso o porque este se ubica dentro de la pobreza multidimensional.
La titular del Consejo Estatal de Población, Mayra Edith Velázquez Loera, advirtió que la pobreza y marginación son condiciones que obstaculizan el desarrollo integral de las mujeres “en particular cuando éstas deben afrontar el desafío de tener un hijo en edades tempranas y con un bajo nivel educativo”.
La funcionaria estatal refirió las cifras del Coneval, que indican que de cada 100 mujeres en el estado, aproximadamente 50 presentan carencia de acceso a la Seguridad Social; 25 a los servicios básicos en la vivienda; así como 19 no tienen acceso a una alimentación nutritiva y de calidad.
Para el cuarto trimestre del 2021, señaló, el porcentaje de mujeres que ganan menos de un salario mínimo es de 32.5 por ciento, mayor al de los hombres con este nivel que es de 23.9 por ciento.
De igual forma, el porcentaje de mujeres que no recibe ingreso por su actividad económica es de 7.5, cifra que también es mayor a la de los hombres que es de 7.23.
Asimismo es mayor el porcentaje de hombres con salarios más altos que el de mujeres, ya que el 3.5 de la población masculina gana más de cinco salarios mínimos, comparado con el 2.3 de las mujeres con este nivel de salario.
De acuerdo con cifras del Coneval 2020, el porcentaje de población que presenta carencia por acceso a la Seguridad Social -vinculada con su actividad laboral- es mayor en mujeres representando un 49.7 por ciento, mientras que en los hombres es de 47.0.
Finalmente, Velázquez Loera explicó que dentro de las carencias de la pobreza multidimensional, una es el acceso al servicio social -servicios médicos-, y dentro de esta se encuentra la nutrición y el rezago educativo.