Cuando la risa y la teatralidad se funden en un solo cuerpo, Marcelo Rivera Márquez de 43 años de edad, se transforma en el payasito “Cacha Kuaz el Fantástico”, con la fiel y única convicción de alegrarle el día a niños y adultos deseosos de un espectáculo que los colme de divertimento sano e inocente.
Cacha Kuaz el Fantástico, es el primero de su familia que se dedica al gran oficio payasístico, quien desde hace más de 15 años ha logrado construir una carrera sólida, cimentada por la disciplina del arte circense.
Hoy día, Cacha Kuaz ha tenido que diversificar su profesión debido a la contingencia, ya que, por el aislamiento sugerido por las autoridades sanitarias -quienes buscan evitar el aumento de contagio por Covid-19, las fiestas infantiles y las presentaciones tuvieron que tener una pausa en su lista de labores.
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De tal manera que, buscando otras opciones para continuar trabajando se dio a la tarea de crear un servicio único que consiste en llevar al cumpleañero o festejada, una felicitación personalizada hasta la puerta de su hogar, para que los niños no se queden con las ganas de celebrar su día sin su personaje favorito.
Es por ello, que este simpático payaso, en complicidad de algunos padres de familia, que buscan darle una sorpresa significativa a sus hijos en esta -para algunos- difícil circunstancia provocada por la pandemia del Coronavirus, se presenta a dar un breve show con felicitación y reconocimiento en mano a las afueras de sus hogares, para que aquellos pequeños ilusionados no se queden sin el tradicional recuerdo de estar con su payasito preferido.
Para Marcelo la aparición del SARS-Covid-2, le ha significado una prueba compleja en todos los aspectos de su vida, “Es el cariño de los niños, el respeto y amistad de los papás, es lo que me da esa gratificación que me hace sentir satisfecho. Ahora que se suspendieron temporalmente todos los eventos, voy a las casas a saludar y a llevarles un presente, palabras de aliento a la familia, lo cual se ha vuelto un trabajo más que personal”, señaló emotivo Cacha Kuaz.
En esta crisis pandémica el trabajo circense y payasístico ha bajado un 95%, es por ello que Marcelo Rivera, a sabiendas de las vicisitudes que puede enfrentar la población ante esta crisis sanitaria, actualmente se dedica además, a la venta de bolis congelados a domicilio, donde recauda fondos para ayudar con alguna despensa o donativo económico para familias de escasos recursos.
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“Es un gran esfuerzo el que hago, pero es para poder ayudar a quien más lo necesita, los sabores más pedidos son coco, chicle, piña, moca y fresa, y vendo un paquete completo de 10 bolis por 120 pesos”, refirió.
Y es que, para este increíble payaso, quien es también delegado y embajador de Resiliencia, y “Resiliencia de la Comunidad Latinoamericana” de la UNAM, sabe con entera experiencia qué significa salir adelante de todo problema que se pueda presentar, como hoy día con la presencia de la pandemia por SARS-Covid-2, donde en propias palabras señaló que “como artistas debemos diversificarnos, y encontrar nuevas opciones para llevar el sustento a nuestros hogares con actitud y sobretodo con mucha responsabilidad”.
“Es necesario continuar con el propósito de vida que elegimos, a pesar de las adversidades. Ser payaso es llevar alegría a todos no importando la situación o condición que enfrentemos, porque fuimos hechos para servir y dar luz a los demás”, finalizó.
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