“Las mentadas… esas son diario”… platicó Don José Martínez Chávez, Agente Escolar de la Primaria “Rosario Castellanos” ubicada en la Colonia Morales. A sus 69 años realiza las labores de un tránsito, a las afueras de un instituto que carece de señalética y topes, y en donde los automovilistas y choferes de autobús, suelen aventarle el vehículo.
Y pese a que arriesga su vida a diario, a Don José, le queda la satisfacción de sentir el agradecimiento de algunos padres de familia que reconocen su apoyo y la importante labor que realiza.
“Me echan el carro encima, los camiones, y tengo que, con todo respeto, hablarles, que entiendan la leyes de tránsito, nosotros hacemos todo el trabajo, pero lo único que no podemos hacer es infraccionar. Aparte de que es buena labor, me gusta, porque además yo amo a los niños”.
Don José, arriba a la escuela a las siete de la mañana, una hora antes de la entrada de los menores y termina aproximadamente a las nueve, cuando todos los niños están dentro del plantel. Y a mediodía, el procedimiento es el mismo, explicó, se prepara previo a la salida de los menores.
“Las mentadas son de todos los días, yo estoy muy contento con mi trabajo, porque simplemente con que un niño o una madre me den las gracias, con eso estoy feliz”.
Los padres de familia, son quienes le pagan un salario semanal, y por parte de la Dirección de Tránsito del municipio, lo único que reciben es capacitación sobre reglas de conducción y cursos de psicología.
Tiene siete años realizando esta labor, recordó y dijo, “primeramente Dios pienso seguir aquí, me siento muy contento, muy tranquilo, es un trabajo que me da para vivir tranquilo, calmado, sin acelerarme, ya mi edad, debo pensar diferente”.
Lamentó que automovilistas suelen manejar distraídos, hablando por celular, platicando y sin poner atención; “manejar es una cosa muy seria”, destacó. Afortunadamente nunca ha sufrido un accidente, ni los menores que protege.