A pesar que la dirección de Servicios Municipales del Ayuntamiento capitalino suele presumir, en sus redes sociales, un constante mantenimiento de la alameda “Juan Sarabia”, el área adolece de descuido y falta de vigilancia, como quedó demostrado este fin de semana cuando amaneció sin dos de las macetas de metal que circundan el monumento a Miguel Hidalgo, ubicado al centro de ese gran pulmón de la ciudad.
De acuerdo con personal de plazas y jardines, el monumento al Padre de la Patria suele ser objeto de vandalismo con mucha frecuencia, pero esta vez las manos criminales derribaron una de las columnas y desaparecieron dos macetas tipo copón forjadas en hierro.
Su desaparición se suma a muchos otros adornos que han desaparecido de la alameda en los últimos años, incluyendo el busto de Juan Sarabia, precursor de la Revolución Mexicana y en cuyo honor lleva su nombre.
Historiadores resaltan que el monumento a Miguel Hidalgo y Costilla fue obra del escultor Pedro Patiño Ixtolínque, e inicialmente se instaló e inauguró en el centro de la plaza de Armas en 1880, y años después se retiró y se instaló al centro de la alameda, siendo el primer monumento que se instaló en el lugar.
Cabe citar que el descuido de la alameda ha sido constante; en la mayoría de sus pasillos cuyo piso es de la llamada laja sangre de pichón, ha desaparecido de muchos tramos; hay basura por doquier y, sobre todo, se carece de vigilancia lo que se demuestra con los constantes atracos a transeúntes.
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