Los altos costos de la tierra y el incremento de precios en los materiales de construcción han hecho que cada vez sea más difícil para los desarrolladores el edificar viviendas económicas, por lo que, se han enfocado más a generar vivienda media en los últimos años.
No obstante, si en el corto plazo no se resuelve esta situación, en un par de años podríamos generar un problema social grave, pues la población que necesita viviendas arriba del millón de pesos es muy poca, en contraste con la población que necesita viviendas de menos de un millón, la cual es muy grande y se ha dejado de atender.
En ese sentido, Rodrigo Padilla Quiroz, director general del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM), manifestó que, la falta de vivienda económica es un problema generalizado en todo el país, y San Luis Potosí no es la excepción; particularmente, el estado ha mostrado una desaceleración en la solicitud de créditos para desarrollar vivienda, frente a otras entidades del Bajío, pues los empresarios están arrancando menos proyectos de vivienda económica, y se han enfocado más la vivienda media.
Explicó que, si bien, traducido en pesos han sido montos altos los que el BIM está otorgado en créditos puente para construir viviendas, pero, traducido en cantidad de desarrollos han sido menos las casas que se han edificado.
Esto, consideró, a futuro podría restarle competitividad a San Luis Potosí, pues cuando una empresa decida instalarse en el estado, al ver que no hay suficiente oferta de vivienda para sus trabajadores, se va a terminar yendo a otro lugar a invertir.
“Lo que me preocupa para este año es que el número de viviendas van a ser menos, porque nos estamos yendo a valores más altos, en todo el país, y ese fenómeno, coyunturalmente, en un par de años nos va a generar un problema social. Desarrollar vivienda social tiene un mayor impacto en la comunidad, que el que tienen las viviendas más caras, pero el costo de la tierra siempre será el mayor reto de cada ciudad”, expresó.
Ante ello, consideró que la solución es que se debe planear más ordenadamente hacia dónde van a crecer las ciudades, y esas zonas dotarlas adecuadamente de los servicios básicos, esta sería la mejor manera de no hacer que falte la tierra y que a su vez se haga cara, además de asegurar que las casas darán buena calidad de vida a los habitantes.
“El Bajío en general, al mismo tiempo que tiene una mejor actividad económica que el promedio del país, ocasiona que cada vez haya menos terrenos viables en todas las ciudades de la región, por la presión que genera la propia demanda. La tendencia es a desacelerar, y me sorprende por el potencial que tiene la región, pero esperemos que se revierta pronto este fenómeno”, agregó.