La vida la premió con 21 hijos, “todos los parí con partera”, relató al Sol de San Luis, Doña Elena GallegosEsquivel, la señora que vende gorditas atrás del Palacio de Gobierno, así la identifican los ciudadanos de esta capital.
Sin saber leer, ni escribir, pudo sacar adelante a la veintena de pequeños que avanzaban tras de ella; “yo solo le pido a Dios, no me falten las fuerzas porque aún tengo que sacar adelante a mis hijos más pequeños”.
Se casó cuando apenas cumplía los 15 años de edad, allá por el año de 1973, recordó. Un año después de su unión matrimonial, tuvo al primero de sus hijos que ahorita ya cumplió los 44 años de edad, “y de ahí ya no paré”, dijo entre carcajadas, junto a cuatro de sus hijas, que le ayudan en el negocio.
Luego de 29 años de matrimonio decidió separarse, y con 21 hijos a cuesta, siguió su camino; “he sido padre y madre, y verlos crecer es mi mayor satisfacción, soy bendecida de Dios, y míreme, no me quejo”.
Originaria del municipio Villa de Reyes, llegó a esta ciudad capital hace dos décadas, aquí tuvo a sus últimos tres hijos, “esos sí ya en el hospital”. Tras el nacimiento del más pequeño de la familia, en el año 2002, su marido “se fue”, dejándola sola y sin apoyo.
Situación que lejos de derrumbarla, la hizo más fuerte, “yo no tenía tiempo para depresiones”.
Hace dos décadas llegó a la capital potosina, y al no tener acceso a un trabajo por su falta de estudios, comenzó con el negocio de gorditas, que hasta el día de hoy mantiene y en el que ahora colaboran cinco de sus hijas y dos nietas.
Su día inicia a las 3 de la mañana, cuando empieza a cocinar los 11 guisos con los que “rellena”, las gorditas. A las 4 de la mañana llegan sus hijas, y empiezan a “tortear”, 20 kilos de masa en total. A las 7:30 ya está instalada, atrás del Palacio de Gobierno de San Luis Potosí.
A sus 60 años de edad, Doña Elena, conserva la vitalidad de los 16, cuando por primera vez supo lo que era un embarazo; “yo no sentí ni ascos, ni dolores, ni nada, yo seguía trabajando allá en mi pueblo, en la labor, haciendo ladrillo, ya hasta que llegaba la hora, y me aliviaba con partera”.
Doña Elena Gallegos Esquivel, tuvo 21 hijos, 15 mujeres y 6 hombres; “a poco quiere que le dé todos los nombres, no me acuerdo”, volvió a sonreír. Hoy tiene 55 nietos y 10 bisnietos y en las fiestas familiares, “mejor no invito a nadie, ya con los míos tengo, para qué quiero más”.
“Es muy bonito tener harto hijo, nos llevamos bien todos, y para mí nunca dejarán de ser mis pequeños”.