El organismo operador de agua y alcantarillado, Interapas, implementó tecnología con sensores de presión para una detección más eficiente de fugas, que no son visibles o son subterráneas.
El director del organismo, José Enrique Torres López, señaló que la detección a tiempo de fugas no visibles, permitirá recuperar caudales importantes de agua y mejorar la presión en la red; cuando se repara una fuga se pueden recuperar hasta 60 litros de agua por hora.
Destacó la importancia de mejorar los procesos de recuperación de caudales con nuevas tecnologías, ya que ahorran tiempo y sobre todo desperdicio de agua, ya que en fugas y tomas clandestinas se pierde entre el 30 y el 50 por ciento de la cantidad del líquido que se inyecta a la red,
“Nuestro objetivo es evitar a toda costa la fuga de agua por tubería en mal estado, sobre todo la que no es visible”, añadió, y sostuvo que éste es un trabajo prioritario que se aplica en toda la zona metropolitana sobre todo en los sectores más antiguos de la red.
Explicó que, en una primera etapa de trabajo, la cuadrilla inspecciona el lugar para checar humedad, diagnosticar socavones o hundimientos y localizar la fuga que generalmente corre hacia el drenaje lo que invariablemente se debe evitar, enseguida se hace la recuperación del agua con la sustitución de tubo y material adecuado.
Cabe hacer mención que las zonas más antiguas de la ciudad, así como la parte norte y oriente de la zona metropolitana, son las que presentan más afección por fugas de agua, derivado de la humedad, filtración o la inclinación del terreno.
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