Con los trazos de grafiti cambian visión de vida

La educación en el arte es transformadora del ser humano y para las y los niños significa un cambio en su vida cotidiana e identidad personal.

¿Pero qué pasa cuando el arte no es accesible para la población que padece algún tipo de marginación y violencia? Para ello, se ha creado un proyecto que, conduce a una transformación social y que a través de maestras y maestros entregados a la docencia del arte trabajan en conjunto para llevar a los más pequeños la sensibilidad del mundo.

Se trata de Semilleros Creativos, un programa a nivel federal que tiene cuatro sedes importantes en San Luis Potosí y en el cual participan activamente la artista urbana internacional Janin Garcín , la fotodocumentalista Aída López, la psicóloga Liliana Guadalupe Castro Loredo y el maestro Agustín Hurtado González

Este proyecto se basa en la cultura comunitaria, es decir, se realizan grupos permanentes de creación colectiva y participación con niñas, niños y jóvenes que les permitan construir diálogos creativos y relaciones solidarias en sus entornos sociales y comunitarios.

Este grupo de docentes en el arte, actualmente trabajan en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez y en la comunidad de Portezuelo, en Cerro de San Pedro, en dónde hace tres años comenzaron a realizar incidencia directa con la comunidad que pertenece a colonias vulnerables o bien zonas marginadas, en dónde el alcance a estos programas era casi inexistente.

"Este programa busca acercar la cultura y sus espacios a niñas, niños y jóvenes para que desarrollen programas artísticos, como fotógrafia, Danza, música, arte urbano y pintura. En San Luis Potosí tenemos cuatro semilleros: en Soledad, Cerro de San Pedro, Matehuala y Tanlajás ", refirió el maestro Agustín Hurtado González.

Actualmente los temas con los que trabajan este grupo de maestros van desde la concienciación social de su entorno, la violencia y la migración.

Este último, ha sido la partida para que se realicen diversas dinámicas en las cuales las niñas y los niños de estas dos comunidades puedan relatar sus vivencias y experiencias, ya que a través de diversos estudios han constatado que muchos de ellas y ellos, tienen al menos un padre o familiar que ha migrado a los Estados Unidos.

"Se trabajó en entrevistas a familiares, se realizó práctica fotográfica del tema de la migración, retratos representativos de personas que migraron o bien, que están en situación de migración para trasladarlo al espacio público a través de la labor docente de Janin Garcín y Aida López, para así llevar a cabo la elaboración de diversos foto murales en Soledad de Graciano Sánchez y Portezuelo", explicó Liliana Guadalupe Castro Loredo.

LA MIGRACIÓN, UNA MIRADA DESDE EL ARTE INFANTIL Y LA INCIDENCIA COMUNITARIA.

Llegar a Portezuelos es entrar a una comunidad de fuerza femenina, pues más del 75 por ciento de los hogares son dirigidos por mujeres madres que afrontan la realidad de sostener una familia y a la par, apoyar a sus parejas a cumplir el tan anhelado sueño americano.

En sus calles empedradas sólo se observa caminar a mujeres tomadas de la mano de sus pequeñas hijas e hijos; los hombres en su mayoría son jóvenes menores de 17 años de edad y los hombres adultos que decidieron radicar ahí, se dedican al comercio o bien, a la industria automotriz.

Un contexto social que refleja un dilema sobre la fragmentación familiar y el anhelo de decenas de niñas y niños por volver a ver a sus seres queridos.

Es por ello que está semana se llevó a cabo la elaboración de un foto mural, en el cual participaron más de 25 niñas y niños de Portezuelos.

Este fotomural fue creado a partir de varios talleres realizados por las artistas visuales Janin Garcín y Aida López, en dónde se retomaron vivencias y experiencias de estos pequeños para poder plasmar su visión entorno a este tema.

Este ejercicio contempló un collage visual de fotografías tomadas por las y los niños, en el cual se expusieron padres de familia que radican en los EUA, madres con los retratos de sus familiares quienes migraron y la imagen viva de pequeños que guardan la esperanza de reencontrarse con ellos.

Una pieza artística que fue realizada en el espacio público, en una de las calles principales de esta comunidad, en la cual niñas y niños de no más de 10 años de edad por primera vez intervinieron un espacio urbano para expresar en arte este tema que les atraviesa de manera personal.

Fue así que con el apoyo de sus maestras y maestro aprendieron a utilizar aerosoles, brochas, pinceles y gasta escaleras para realizar trazos de grafitti.

Sus manos pequeñas no fueron un impedimento para que la creatividad de su mente se desbordara en talento y así fue que a través de tres horas crearon su primer mural colectivo.

"Estamos muy contentas y contentos de poder integrar los proyectos a estas comunidades. Aprendemos mucho de ellas y de ellos a través de este tipo de intervenciones, qué son una motivante para que haya un cambio a través de las artes en este tipo de lugares. Es muy bonito conectar con la comunidad y sus integrantes", refirió la artista urbana Janin Garcín.

Y es que, procurar el ejercicio del arte y la cultura en espacios que comúnmente no tendrían acceso a este derecho tan fundamental, es reconocer que existen otras y otros participantes en la sociedad que tienen mucho que expresar y que decir.

Las infancias demandan no solo atención sino también, comprensión humana para poder enfrentar las incertidumbres de la vida y qué mejor, que hacerlo a través la empatía y la libertad del arte.

"Ha sido un proyecto de mucho acercamiento e incidencia con las comunidades. Que cuenten sus historias y su vida y lo trasladen a espacios para convertirlo en arte es muy importante. Las y los niños, como las madres de familia han sabido integrarse y les gusta. Lo importante es que con ellos aprendemos que realizar discursos narrativos sobre nuestras historias también puede conllevar un trabajo creativo que puede plasmarse en la calle como lo es este fotomural. Saber que sus narrativas son importantes y que pueden expresarlas es muy gratificante ", expresó la fotógrafa Aída López.

Ejercitar el pensamiento de las y los niños en el mundo del arte y la cultura, pudiera pensarse como algo complejo. Sin embargo, es algo necesario dentro del aprendizaje.

Semilleros Creativos son un espacio que en medio de una sociedad divergente, apuestan a la cultura de paz a través del arte y que con apertura, simpatía y generosidad, reconocen y desarrollan el talento artístico de decenas de infantes que ven en la danza, la música y las artes visuales un espacio para expresarse, crear, pero sobretodo cambiar su visión de la vida.