Harta de que las autoridades municipales hicieran oídos sordos a sus reclamos, una comerciante se encadenó este viernes al barandal de la Unidad Administrativa Municipal (UAM) frente a la oficina del alcalde interino Alfredo Lujambio.
Este viernes la señora Lidia Chávez Ruiz, comerciante de la explanada Ponciano Arriaga, se encadenó en el barandal frente a la oficina de Presidencia en la UAM, luego de que solicitó ser atendida por el alcalde interino Alfredo Lujambio y la secretaria le refirió que no se encontraba por andar en campaña.
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La comerciante explicó que desde el año pasado ha enviado "miles" de oficios para pedir la intervención de las autoridades encargadas de regular el ambulantaje, en este caso de la Unidad de Gestión del Centro Histórico, ya que alrededor de negocio hay 14 ambulantes.
Mencionó que debido a la presencia de los ambulantes, sus ventas han caído alrededor de un 50% ya que obstruyen su entrada, pero además, los puestos callejeros se han extendido fuera de los límites que marca el reglamento, pues aseguró que algunos ya miden 6 metros de largo.
Así mismo, indicó que los ambulantes cuentan con lonas de grandes dimensiones que impiden el paso de la luz, lo que a su vez propicia la presencia farderas, carteristas, que haya tocamientos a las mujeres, y hasta venta de droga.
Manifestó que su intención no es que quiten a los ambulantes, sino que los pongan en orden, por ejemplo que respeten las medidas que están autorizadas para los puestos y que al terminar su jornada retiren las estructuras.
La mujer reprochó la "anarquía" que hay en el Centro Histórico y su molestia creció cuando en la oficina del alcalde interino le dijeron que andaba en campaña, "¿se vale? ¿se vale que también Lujambio ande en campaña? ¡les estamos pagando, para eso sí están buenos: para recibir su sueldo!".
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