Cada comienzo de año nuevo es felicidad, compañía de seres queridos y armonía por un día de asueto, pero lamentablemente también llega con mucha contaminación.
Este 1o de enero del 2020, las calles de la capital potosina amanecieron vacías y a la distancia llenas de basura por pirotecnia quemada.
Se podía percibir el olor de la mixtura de nitratos, sulfatos y percloratos con los que se están hechos y que producen la detonación y los colores característicos de la pólvora quemada.
También se podían encontrar troncos o anafres hechizos carbonizados y usados durante los festejos de noche vieja y año nuevo que sirvieron para hacer una fogata improvisada.
La quema de pirotecnia es una costumbre muy arraigada, son la máxima expresión de fiesta y alegría ante celebraciones o eventos importantes pero durante su quema liberan monóxido de carbono que junto con las emisiones del transporte, fogatas y quema de llantas o basura genera una alta contaminación que provoca visibilidad y sensación de neblina entre las calles.