A nivel celular cuando se muere, las bacterias lo primero que hacen es consumir el hígado, lo hacen, porque este órgano está lleno de nutrientes, afirmó el Investigador del la División de Biología Molecular del IPICYT, el doctor Alejandro De Las Peñas Nava.
Las células necesitan oxígeno y alimento para generar energía y poder vivir, cuando una persona fallece, deja de respirar, ya no hay oxígeno, ya no se produce energía y todas las células comienzan a morir, es fácil que los microorganismos devoren sin ninguna restricción el material orgánico del cuerpo.
“Aparentemente el primer órgano que se comen es el hígado que está lleno de nutrientes. Cuando morimos, los microorganismos que viven en nuestro cuerpo se encargan de consumirnos rápidamente y así comienza la descomposición”.
Incluso los cadáveres que llegan a las funerarias se les aplica un tipo de embalsamamiento para retrasar esta descomposición. Este es otro gran argumento para que la gente mejor done sus órganos y le sirvan a otras personas, a que se los coman los microorganismos.
“Nuestro cuerpo está cubierto de microorganismos, cualquier lugar de nuestro cuerpo que tenga contacto con el exterior tiene bacterias, hongos, virus, protozoarios y al conjunto de estos microorganismos se les llama Microbioma (o Microbióta). El Microbioma cambia dependiendo de dónde se ubica: las especies de microorganismos y su número varía si esta en las plantas de los pies, en las palmas de las manos, en la boca o en el intestino”.
El Microbioma de un ser humano puede llegar a pesar hasta 1.5 kilogramos, es decir, casi lo mismo que pesa el cerebro. Gracias a la ciencia, la importancia que el Microbioma tiene en la salud humana es cada día más claro.
El investigador Nivel II del SNI, agrega que puede ser benéfico, y para tenerlo hay que buscar modelos de vida saludable, comida balanceada y no fumar.