La corrupción política y la falta de confianza de los ciudadanos con sus gobernantes en San Luis Potosí hace necesaria la construcción de un código de buen gobierno que defina valores y comportamientos en la administración pública.
Así lo expresó el maestro Luis Isaac Rojas Montes, presidente de la organización ciudadana Patria Nueva que trabaja en labores altruistas, sin fines de lucro.
“La transparencia es una demanda ciudadana y en estos tiempos de apertura, redes e Internet se debe hacer un debate público respecto a las acciones de los gobiernos, siempre confines de construcción, nunca de destrucción”.
Rojas Montes recordó el amplio debate que los potosinos hacen sobre la legalidad y comportamiento ético de la clase política, “y lo hacen en todos partes, en Facebook, en Twitter, vía grupos de WhatsApp, en mesas de café y reuniones, todo el tiempo y en todas partes. No cabe duda que para un buen funcionamiento del poder público debe haber un equilibrio entre la transparencia, la honestidad, la rendición de cuentas y la sensibilidad”.
El maestro en Derecho expone que los vocablos gobierno y gobernabilidad son conceptos distintos. “Gobierno se refiere a quién tiene el poder, quién toma las decisiones; mientras que gobernabilidad se refiere a gobernar de acuerdo con valores y principios relacionados con un sistema de controles y contrapesos. Un buen gobierno debe impulsar la participación social; se incluye también la decencia, que es el grado de valores en que un gobierno actúa sin perjudicar o causar agravio a las personas”.
Rojas Montes enumeró además la transparencia que es el grado de claridad con que se toman las decisiones; la responsabilidad que es la medida en que los actores políticos son responsables ante la sociedad por lo que dicen y hacen, “sin olvidar la equidad y la eficiencia”.
Un problema ético relacionado con el buen gobierno es el de la confianza en los políticos y en su actividad, ya que muchos se escudan en la tonta y cínica frase “lo que no está prohibido, está permitido”. Muchos actúan legalmente fuera de toda ética e integridad.
La frecuencia de la corrupción y las acciones poco éticas aumentan la desconfianza en las organizaciones e instituciones, y si las personas no están satisfechas con el gobierno la insatisfacción puede extenderse a otros muchos aspectos como la violencia y la inseguridad, “algo que hasta ahora nadie había relacionado por vergüenza o por complicidad, por eso, hoy más que nunca San Luis Potosí requiere integridad y decencia en la función pública. ¿O usted qué opina?
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