[Crónica] La carrera que unió a los potosinos

• El Ingeniero corrió descalzo los 10 kilómetros
  
• Clase política entre los participantes
  
• El Galán hizo de las suyas entre las féminas
  

Tenis blancos, calcetas a la altura de los tobillos, una bermuda de colores militares, playera roja con imágenes de catálogo de turismo, un trapo azul a modo de corbata con todo y nudo, gorra rosa con la imagen de la Virgen de Guadalupe y una actitud de optimismo ante la vida, distinguió a Martín “El Bailador”, de entre los más de 1,100 corredores que participaron en la Segunda Carrera Atlética de El Sol de San Luis.

“El Galán”, como se le conoce a este guadalupano de 47 años de edad que porta orgulloso el número 280, no solamente participó en los 10 kilómetros, sino que todavía tuvo la fuerza para mover su delgado y ágil cuerpo, al ritmo de la cumbia del grupo Quinta Sinfonía, que amenizó el arranque y la llegada a la meta de los atletas, en esta mañana de 11 grados centígrados con un sol que ahí estaba, pero no calentaba.

Cuando era niño, sus papás eran voceadores de El Sol de San Luis y lo mandaban a repartir el periódico en distintos expendios del Centro histórico. “Ahora ya no los tengo, pero están conmigo en cada carrera, le acompañan y más en esta de El Sol, que era el periódico que repartían, por eso me siento feliz, por eso bailo… ánimo”, dijo El Galán que se viste de esa singular manera para correr, porque “me gusta que vean mi optimismo ante la vida”.

El primer cuadro de la ciudad vivió una mañana diferente, atípica, lejos de esas postales tradicionales de cantera bañada de rocío, palomas refrescando sus alas en las fuentes y turistas tomando café en los restaurantes. Ahora, la adrenalina inundó sus calles y sus invitados le dieron vida y alegría, en una carrera que se ha convertido en la más esperada del año y la que mayor calidad de participantes tiene.

Fue un año de preparación. Aquí hacemos periodismo pero también eventos que unan a los potosinos y convoquen a la sana convivencia, ha dicho el director de El Sol licenciado Ricardo Camberos y tiene razón, la responsabilidad social de un medio de comunicación ya no puede quedarse solamente en transmitirla noticia.

Así lo entendieron también quienes participaron en la organización de esta gran carrera, como el Hotel Panorama, los ayuntamientos de la Capital y Soledad de Graciano Sánchez que coinciden en las cosas positivas, el de Mexquitic de Carmona que apoyaron con juguetes para los niños que participaron en una corta carrera.

La Cruz Roja Mexicana y la Policía Vial bajo la responsabilidad de Emanuel Herrera fueron fundamentales para el éxito del evento, en el que mujeres, niños, personas de la tercera edad, corredores profesionales, amateurs y otros valientes que no hacen ejercicio y se arriesgan aunque puedan sufrir una lesión, participaron con un espíritu de competencia, de apoyo al deporte y a la salud, pero también porque saben que El Sol de San Luis cree en esos principios.

Antes de las 8:00 horas, cadetes de la Academia de Policía Estatal, de playera blanca y pasito jonronero, invadieron la calle de Guerrero “en contra”, doblaron por Villerías y en Universidad, se colocaron hasta el final del contingente de corredores. Su paso veloz les permitió recorrer los 10 kilómetros en más de una hora, pero no ocultaron su felicidad por terminar, dejando solamente a cuatro compañeras rezagadas.

Diputados locales, funcionarios municipales y del Poder Legislativo, directores en el Gobierno del Estado, fueron la cuota política de la carrera, pero también hubo amas de casa, maestros, jubilados, alguno que otro enmascarado y hasta “El Canelo”, un perro joven que se ha hecho famoso porque su dueño lo lleva a las carreras y las termina, dicen, hasta cuando son de 21 kilómetros.

Un corredor descalzo llamó la atención. Ya es veterano, se llama Miguel Ángel Yáñez, le dicen “El Ingeniero”, lleva el número 357 y en todas las competencias participa sin tenis, nadie sabe por qué, ni el mismo lo dice, pero se siente muy a gusto de esa manera, tiene las lesiones “normales” en los pies pero nada que no lo arregle una curación. Su semblante serio no muestra ningún dolor y su arribo a la meta provoca expectación.

Esta vez las cosas no fueron diferentes al año pasado en las alturas: el keniata Geoffrey Kenisi Bundi regresó a la meta a los 32 minutos 11 segundos, fue 27 segundos más rápido que hace 365 días, seguido muy de cerca por los zacatecanos Miguel Ángel Hernández Rubio y Tirzo Efraín Reséndiz de los Santos, que fueron los mexicanos que dieron la cara por el país en la competencia.

Mientras la música guapachosa amenizaba la mañana seguían entrando los corredores a la meta, a paso veloz, a paso lento, trotando, caminando, con perros, con bufandas, con niños, con audífonos, con mallas, con guantes, con lentes, con gorras, pero sobre todo, con el corazón por delante y con el espíritu de competencia intacto.

Luego llegaron los personajes. Uno con la máscara de “Huracán Ramírez”; protege su identidad, pero dice que tiene 63 años de edad y más de 100 máscaras, para usar una diferente en cada competencia. “Lo hago para tomarme fotos con los niños, con los participantes, todos me buscan para la selfie, nada más por eso”. Por debajo de la tapa, se notaban unos ojos con alegría y un sudor acumulado que escapa poco a poco por donde podía.

Otra vez El Sol de San Luis cumplió. Otra vez fue artífice del evento deportivo más publicitado en San Luis y a nivel nacional a través de la Organización Editorial Mexicana y ya se prepara, desde ahora, desde ya, para la edición 2019 que se llevará a cabo el 1 de diciembre…así que hay que empezar a entrenar desde ahora.