La majestuosa iglesia de Nuestra Señora del Carmen enmarcó el santo sacramento de Liliana y Omar, quienes después de un hermoso noviazgo decidieron contraer nupcias compartiendo su dicha en compañía de su familia y seres queridos.
La pareja llegó al imponente recinto para sellar su amor en compañía de sus padres, por parte de la novia entró radiante a la iglesia en compañía de sus padres Juan Eduardo Pérez Hernández y María de los Ángeles Huerta Monsiváis; y por parte del novio lo acompañaron Rodolfo Loredo Castillo y Margarita Terán Sánchez.
Las bellísimas damas de honor de la novia lucieron hermosos vestidos en tonalidad dorado y rojo, con ramos de flores rojas y blancas.
Los enamorados escucharon atentamente las palabras del sacerdote: “Dios quiere que sean felices, y de eso depende de ustedes, invítenlo siempre a su casa, hagan hasta lo imposible porque Dios y la Virgen María sea el centro de su hogar”, con estas palabras terminó el fervorín del dirigente, quien los invitó a encontrar su camino retomando los valores que sus padres les enseñaron para un feliz matrimonio.
Instantes más tarde el padre pidió a los padrinos que llevaran ante él los símbolos sagrados del matrimonio, para bendecirlos y ser entregados a la pareja como recordatorio de la promesa que se han hecho ante Dios y sus seres queridos.
Después de ser declarados marido y mujer ante los ojos de Cristo, la pareja recibió calidas felicitaciones de sus familiares y amigos, además de aprovechar la oportunidad de posar para la foto del recuerdo de este bello día.
Al salir del templo, después de la declaración como marido y mujer a los recién casados se les veía la felicidad en sus rostros, posteriormente se ofreció una inolvidable recepción donde los invitados disfrutaron de un exquisito menú y un agradable festejo en el Salón Club de Leones.