¿Habrá un lugar para Jesús en tu corazón?
La auténtica Navidad se podrá vivir si verdaderamente permitimos que Jesús nazca y habite en nuestro corazón. Es importante convencernos y estar conscientes que la Navidad que celebramos es porque Dios hecho Hombre nace.
Es Jesús quien nace y por eso nuestro regocijo debe ser mayor; todos en casa debemos estar felices, disfrutando y gozando cada momento que vivimos en familia.
La Navidad nos permite vivir momentos de paz, de alegría, de perdón, de sana armonía y de una felicidad plena que nos lleve a la paz auténtica tan anhelada por todos, sobre todo en estos tiempos de contingencia sanitaria en que no podemos relajar las medidas de higiene personal y de limpieza en el hogar.
Es preciso recordar que será una Navidad atípica, muy diferente a las otras, sin embargo, el eje principal de nuestra felicidad verdadera es el Nacimiento de nuestro Redentor, la Natividad del Hijo de Dios es lo que debe acabar con nuestra sed de venganza, de maldad, de odio, de división, falsedad, mentira, y rencor.
Practiquemos la caridad con gusto y evidente alegría para demostrar a los demás que Jesús tiene un lugar muy especial en nuestro corazón, y que es el eje de nuestra vida en todo y ante todo.