/ sábado 20 de octubre de 2018

Yoga y Vida Saludable

Lección de un árbol en otoño

“Dejar ir” es una expresión que hemos escuchado que se repite en nuestros días, deja ir una emoción, deja ir una persona, dejar una situación. Pero qué es lo que significa dejar ir en un sentido profundo y real de la expresión.

El primer paso es reconocer aquello que quiero dejar ir, es decir, tener la plena conciencia de qué estoy sintiendo, qué estoy liberando, qué estoy despejando de mi mente. Sin este primer reconocimiento, no puede darse de manera profunda el proceso de soltar.

En los árboles durante el otoño nos dan la lección de dejar ir las hojas y lo producido durante la primavera y verano. Así como ellos, podemos reconocer qué es aquello que hemos producido en estos meses y, aceptando la impermanencia de la vida fenoménica, dejarlas ir con total plenitud y confianza. Así, nos integramos a ese fluir con la esperanza y confianza de volver a lograr regenerarse y tener nuevas hojas éxitos en la siguiente temporada.

Dejar ir, no significa la soltar metas, no significa soltar el sentido de existencia. Dejar ir tiene que ver con soltar el apego a un resultado o el apego al logro. Significa trabajar por todo lo que deseas, teniendo fe y esperanza en que los resultados serán lo mejor posible y que durarán lo que tengan que durar.

Así como los árboles no acumulan sus hojas por cinco años, nuestro cuerpo no acumula las células. Todo es una constante renovación y crecimiento, que está marcado en el ADN de plantas y animales. De la misma forma al trabajar el hombre necesita hacerlo con esa fe y esperanza de que el continuo trabajo enfocado con miras a un objetivo lo llevará justo al lugar a donde le corresponde.

Al tener confianza en la vida y en las capacidades de renovación y progreso te das permiso de soltar lo que ya no necesitas, empezando por ropa, objetos en tu casa, y llegando a relaciones que ya no son trascendentes, a situaciones que te tienen estresado o emociones que no te dejan disfrutar el tiempo presente. Esto es dejar ir.

Así como hiciste una limpieza de primavera o verano, ahora haz una limpieza de otoño, de tu casa, tu closet, tus emociones y pensamientos. Confía en tus capacidades de proveer lo necesario, ten fe en que al hacer espacio en tu agenda encontrarás nuevas vivencias o personas por conocer.

Este otoño, te invita, como los árboles a soltar nuestras hojas, cada hoja un apego, un logro, un objeto, una emoción, una relación. Y date permiso de dirigir toda tu energía a tu interior para volver a florecer en primavera con nuevas hojas.

Lección de un árbol en otoño

“Dejar ir” es una expresión que hemos escuchado que se repite en nuestros días, deja ir una emoción, deja ir una persona, dejar una situación. Pero qué es lo que significa dejar ir en un sentido profundo y real de la expresión.

El primer paso es reconocer aquello que quiero dejar ir, es decir, tener la plena conciencia de qué estoy sintiendo, qué estoy liberando, qué estoy despejando de mi mente. Sin este primer reconocimiento, no puede darse de manera profunda el proceso de soltar.

En los árboles durante el otoño nos dan la lección de dejar ir las hojas y lo producido durante la primavera y verano. Así como ellos, podemos reconocer qué es aquello que hemos producido en estos meses y, aceptando la impermanencia de la vida fenoménica, dejarlas ir con total plenitud y confianza. Así, nos integramos a ese fluir con la esperanza y confianza de volver a lograr regenerarse y tener nuevas hojas éxitos en la siguiente temporada.

Dejar ir, no significa la soltar metas, no significa soltar el sentido de existencia. Dejar ir tiene que ver con soltar el apego a un resultado o el apego al logro. Significa trabajar por todo lo que deseas, teniendo fe y esperanza en que los resultados serán lo mejor posible y que durarán lo que tengan que durar.

Así como los árboles no acumulan sus hojas por cinco años, nuestro cuerpo no acumula las células. Todo es una constante renovación y crecimiento, que está marcado en el ADN de plantas y animales. De la misma forma al trabajar el hombre necesita hacerlo con esa fe y esperanza de que el continuo trabajo enfocado con miras a un objetivo lo llevará justo al lugar a donde le corresponde.

Al tener confianza en la vida y en las capacidades de renovación y progreso te das permiso de soltar lo que ya no necesitas, empezando por ropa, objetos en tu casa, y llegando a relaciones que ya no son trascendentes, a situaciones que te tienen estresado o emociones que no te dejan disfrutar el tiempo presente. Esto es dejar ir.

Así como hiciste una limpieza de primavera o verano, ahora haz una limpieza de otoño, de tu casa, tu closet, tus emociones y pensamientos. Confía en tus capacidades de proveer lo necesario, ten fe en que al hacer espacio en tu agenda encontrarás nuevas vivencias o personas por conocer.

Este otoño, te invita, como los árboles a soltar nuestras hojas, cada hoja un apego, un logro, un objeto, una emoción, una relación. Y date permiso de dirigir toda tu energía a tu interior para volver a florecer en primavera con nuevas hojas.

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