/ domingo 22 de abril de 2018

¿Voto o no voto?

Nadie sabe para quién trabaja, reza el refrán, y nada más cierto en estas elecciones, porque entre tanto mensaje de unos y otros, el pueblo sigue confundido y como mexicanos somos y arrieros andamos en el camino, ahora resulta que los de un partido se van a otro y los del innombrable ya están renunciando para regresar a las huestes del que según dicen ha sido el que ocasionó el caos en este país y de lo que si estamos o más bien, estoy segura, es que chismes van y vienen, unos ciertos, otros adivinando y tal vez, los más, medio inventados, pero de que los ríos no están calmados y harta agua traen, no hay duda. Ahora que, de que los mexicanos somos pura emoción, ni duda cabe y para eso nos pintamos en nuestras canciones, porque, si como Cuco Sánchez dijo: que de piedra ha de ser la cama y de piedra la cabecera, tal vez sea porque somos de cabeza muy dura y ni así entendemos que el voto debe ser racional y no pasional, aunque hay que decirlo, somos puro corazón, pero por ahora estamos emberrinchados y muy enojados, y el que se enoja pierde, porque pierde la cabeza al no pensar y estas elecciones se están llevando a cabo por el enojo que tenemos ante la impotencia de tantas tonteras de nuestros gobernantes, tonteras convertidas en saqueos y sandeces, y ahora resulta que llegue quien llegue, se va a llevar el premio gordo del avión presidencial multimillonario, aunque no haya donde aterrizarlo, por aquello de que se prohibirá la ejecución del nuevo aeropuerto, pero de que tenemos avión presidencial de súper lujo, ni duda cabe, por lo que mi antigua sospecha de que los refranes enuncian una obviedad, una ambigüedad, o una tarugada, es real, y cierto es, que nadie sabe para quien trabaja, ahora que si Maduro tiene avión con oro de a de veras en sus mesas, pues porque nosotros no vamos a tener uno mejor y más cómodo. Como a mí esto de la sabiduría popular me produce entre horror y desconfianza, no puedo dar por sentado eso de que volver al pasado y regalar todo a los pobres - que no dejarán por eso de ser pobres- y quitarle a los ricos o a los que trabajan lo que generan o tienen para darlo a quien ni un dedo mueve, es dar por supuesto que todo lo antiguo y popular convertido en populismo, es lo máximo y la realidad es no darlo como hecho, por el hecho mismo de serlo ya que tiene que ser legítimo, válido y maravilloso, pues las teorías del populismo son teorías tan simplonas como consternantes ya que suponer que lo que se anuncia como nuevo es nuevo, es una verdad a medias, ya que en realidad es tan viejo como que el comunismo no ha funcionado en ningún lado como no sea para traer y generar más pobres entre los pobres, así que venderlo a un pueblo enojado por errores que hemos tolerado, está creando odios y diferencias entre familiares y amigos, a eso yo lo llamo deslealtad y poco amor a México al generar más descontento entre hermanos. Azora y crea escozor escuchar al candidato de Morena, calentar al pueblo diciendo que quienes se hacen cirugía plástica ahora tendrán que hacérsela en el Seguro Social, en el ISSSTE o con el Seguro Popular, ’para vean lo que se siente’, pues como diría mi abuela: ‘agárrate Matías’ porque pues que hasta yo me la haga, si de gratis va a ser, así será, ¿o no? La realidad es, que es marketing populista que genera descontento por su pura novedad, mostrando el prodigio del populismo mismo que se convierte en cultura y como toda cultura, es como un río y como todo río arrastra horrores y maravillas, riquezas y basura cambiando su curso con variaciones no muy pensadas como ésta dicha en Colima; como diría mi abuela: si la vejez diera la sabiduría, no habría tanto viejo baboso, poniendo en evidencia la falacia de que vámonos con cuidado. Volviendo a lo de “nadie sabe para quién trabaja’’ encuentro que es una afirmación filosóficamente obvia y pragmáticamente discutible aplicable a los tiempos y al buen o mal uso de la publicidad masiva y los medios de comunicación actuales ya que en éste, mi México, existen consorcios televisivos que han logrado sortear con exquisita habilidad los peligros de la inteligencia, y no imagino a los antiguos filósofos dando marometas de contentos al saber que se cuentan con estos medios para crear y deshacer teorías, presidentes, estrellas y anexas, al gusto del consejo de estos consorcios muy comerciales y como yo soy nadie para objetar su buen o mal uso, allá cada uno con sus ocurrencias y allá el público y su paciencia y también sus creencias, por lo que me mantengo al margen de los hechos o deshechos, ya que entre estos medios y otros como whatts app, Facebook y Twitter se han apropiado del mexicano común que ante la invasión masiva de información de todo tipo, se generan dudas y verdades absolutas y no logro imaginarme a los sacerdotes mayas reunidos en cónclave plenario diciendo cosas como las que nos llegan de cada candidato, muchas ofensivas, en ocasiones, tratadas en broma como si quisieran disimular la poca calidad y disminuir el orgullo confundiendo la mexicanidad emulando ¡América para los americanos¡ ¿y México? para el populismo, creando enojos y resentimientos entre los hermanos de una nación bastante vapuleada que lo que menos necesita es más desorden y ofensas. Por eso, estos tiempos de elecciones son tiempos de un sueño y un suspiro; donde todos nos volvemos patrioteros y queremos arreglar el país en un momento, sin planear el hoy, viviendo el hoy que debemos para construir el presente que queremos, sin errores que nos lleven al pasado o a un futuro incierto con desaciertos y consecuencias desastrosas, dejando un legado a hijos y nietos que tendrán que imaginar cómo vivir en un populismo que aniquila o una corrupción anquilosada en sus gobernantes, por eso, creo que es momento de reflexionar y analizar el voto con hechos y no deshechos, deseando que la reflexión permita que el camino sea largo, consciente que cada día es menos el tiempo que falta para elegir y mientras ese menos llegue espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciendo sus existentes comentarios.

Nadie sabe para quién trabaja, reza el refrán, y nada más cierto en estas elecciones, porque entre tanto mensaje de unos y otros, el pueblo sigue confundido y como mexicanos somos y arrieros andamos en el camino, ahora resulta que los de un partido se van a otro y los del innombrable ya están renunciando para regresar a las huestes del que según dicen ha sido el que ocasionó el caos en este país y de lo que si estamos o más bien, estoy segura, es que chismes van y vienen, unos ciertos, otros adivinando y tal vez, los más, medio inventados, pero de que los ríos no están calmados y harta agua traen, no hay duda. Ahora que, de que los mexicanos somos pura emoción, ni duda cabe y para eso nos pintamos en nuestras canciones, porque, si como Cuco Sánchez dijo: que de piedra ha de ser la cama y de piedra la cabecera, tal vez sea porque somos de cabeza muy dura y ni así entendemos que el voto debe ser racional y no pasional, aunque hay que decirlo, somos puro corazón, pero por ahora estamos emberrinchados y muy enojados, y el que se enoja pierde, porque pierde la cabeza al no pensar y estas elecciones se están llevando a cabo por el enojo que tenemos ante la impotencia de tantas tonteras de nuestros gobernantes, tonteras convertidas en saqueos y sandeces, y ahora resulta que llegue quien llegue, se va a llevar el premio gordo del avión presidencial multimillonario, aunque no haya donde aterrizarlo, por aquello de que se prohibirá la ejecución del nuevo aeropuerto, pero de que tenemos avión presidencial de súper lujo, ni duda cabe, por lo que mi antigua sospecha de que los refranes enuncian una obviedad, una ambigüedad, o una tarugada, es real, y cierto es, que nadie sabe para quien trabaja, ahora que si Maduro tiene avión con oro de a de veras en sus mesas, pues porque nosotros no vamos a tener uno mejor y más cómodo. Como a mí esto de la sabiduría popular me produce entre horror y desconfianza, no puedo dar por sentado eso de que volver al pasado y regalar todo a los pobres - que no dejarán por eso de ser pobres- y quitarle a los ricos o a los que trabajan lo que generan o tienen para darlo a quien ni un dedo mueve, es dar por supuesto que todo lo antiguo y popular convertido en populismo, es lo máximo y la realidad es no darlo como hecho, por el hecho mismo de serlo ya que tiene que ser legítimo, válido y maravilloso, pues las teorías del populismo son teorías tan simplonas como consternantes ya que suponer que lo que se anuncia como nuevo es nuevo, es una verdad a medias, ya que en realidad es tan viejo como que el comunismo no ha funcionado en ningún lado como no sea para traer y generar más pobres entre los pobres, así que venderlo a un pueblo enojado por errores que hemos tolerado, está creando odios y diferencias entre familiares y amigos, a eso yo lo llamo deslealtad y poco amor a México al generar más descontento entre hermanos. Azora y crea escozor escuchar al candidato de Morena, calentar al pueblo diciendo que quienes se hacen cirugía plástica ahora tendrán que hacérsela en el Seguro Social, en el ISSSTE o con el Seguro Popular, ’para vean lo que se siente’, pues como diría mi abuela: ‘agárrate Matías’ porque pues que hasta yo me la haga, si de gratis va a ser, así será, ¿o no? La realidad es, que es marketing populista que genera descontento por su pura novedad, mostrando el prodigio del populismo mismo que se convierte en cultura y como toda cultura, es como un río y como todo río arrastra horrores y maravillas, riquezas y basura cambiando su curso con variaciones no muy pensadas como ésta dicha en Colima; como diría mi abuela: si la vejez diera la sabiduría, no habría tanto viejo baboso, poniendo en evidencia la falacia de que vámonos con cuidado. Volviendo a lo de “nadie sabe para quién trabaja’’ encuentro que es una afirmación filosóficamente obvia y pragmáticamente discutible aplicable a los tiempos y al buen o mal uso de la publicidad masiva y los medios de comunicación actuales ya que en éste, mi México, existen consorcios televisivos que han logrado sortear con exquisita habilidad los peligros de la inteligencia, y no imagino a los antiguos filósofos dando marometas de contentos al saber que se cuentan con estos medios para crear y deshacer teorías, presidentes, estrellas y anexas, al gusto del consejo de estos consorcios muy comerciales y como yo soy nadie para objetar su buen o mal uso, allá cada uno con sus ocurrencias y allá el público y su paciencia y también sus creencias, por lo que me mantengo al margen de los hechos o deshechos, ya que entre estos medios y otros como whatts app, Facebook y Twitter se han apropiado del mexicano común que ante la invasión masiva de información de todo tipo, se generan dudas y verdades absolutas y no logro imaginarme a los sacerdotes mayas reunidos en cónclave plenario diciendo cosas como las que nos llegan de cada candidato, muchas ofensivas, en ocasiones, tratadas en broma como si quisieran disimular la poca calidad y disminuir el orgullo confundiendo la mexicanidad emulando ¡América para los americanos¡ ¿y México? para el populismo, creando enojos y resentimientos entre los hermanos de una nación bastante vapuleada que lo que menos necesita es más desorden y ofensas. Por eso, estos tiempos de elecciones son tiempos de un sueño y un suspiro; donde todos nos volvemos patrioteros y queremos arreglar el país en un momento, sin planear el hoy, viviendo el hoy que debemos para construir el presente que queremos, sin errores que nos lleven al pasado o a un futuro incierto con desaciertos y consecuencias desastrosas, dejando un legado a hijos y nietos que tendrán que imaginar cómo vivir en un populismo que aniquila o una corrupción anquilosada en sus gobernantes, por eso, creo que es momento de reflexionar y analizar el voto con hechos y no deshechos, deseando que la reflexión permita que el camino sea largo, consciente que cada día es menos el tiempo que falta para elegir y mientras ese menos llegue espero sus comentarios en angeldesofia@yahoo.com.mx agradeciendo sus existentes comentarios.