DIOS CRISTO JESUS se nos manifiesta en Juan 11:25 de la Biblia, como sigue: “Yo soy la Resurrección y la Vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá”.
Y a lo anterior, Cristo agrega: “Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”, y nos llama triunfante para ser resucitados y vivificados en El, porque al consumar su sacrificio en el Calvario y resucitar al tercer día, Cristo reitera su Oficio Divino aceptado en la eternidad ante Dios Padre y Dios Espíritu Santo, para favorecer a todas las personas que creen en este Jesús y lo reciben como Salvador, arrepentidas ante El, de sus pecados, porque entonces Cristo les perdona sus maldades y les elimina su muerte espiritual para tener Vida juntamente con El, según Efesios 2:5.
Por lo tanto, para que no se haga vana la Cruz que es Cristo, según 1 Corintios 1:17, necesitamos ver y oír a Cristo, predicándonos tal como lo hizo a Nicodemo, a quien invitó para “nacer de nuevo”, es decir, para vivir sólo en Dios, dejando atrás el pecado, porque tal como aseveró Cristo, “el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios”, según Juan 3:3.
Por ende, aunque pudiéramos pensar que Vivir en Cristo es difícil y hasta complicado, sin embargo, ello es lo más fácil y sencillo, porque Jesús ya lo hizo todo a nuestro favor formando Cruz con su Cuerpo Precioso en el Calvario, para perdonar nuestros pecados, y por ello nos basta atender a Dios Jesús, para nacer de nuevo en El que es Fuente de Agua Viva Divina que Salva, según Juan 7:38, quien nos bautiza dándonos a Dios Espíritu Santo, y nos conduce a Dios Padre para que nos haga sus hijos, según Mateo 3:11 y Juan 1:12.
Estimado Lector: Cristo quiere ser tu Dios y Salvador porque para ello Vive y Reina por siempre y sólo necesitas decirle con valentía y reflexión: “Mi Señor Dios Cristo, ¡SALVAME!, me arrepiento ante Ti de mis pecados, perdóname y límpiame con tu Sangre Divina derramada en la cruz del Calvario, creo en Ti y te recibo como Unico, Suficiente y Perfecto salvador personal”.
Gracias a Magdalena de la Rosa Riestra, de quien tomé parte del texto de su artículo publicado en este mismo Diario el 15 de abril de 1995, de igual título. Mi teléfono es el 444-815-39-73.