/ domingo 10 de abril de 2022

Un camino hacia Dios

«Jesús que te encuentren a Ti y no a mí», Moisés Lira Serafín Art. 799

Como aspecto muy relevante en el ministerio sacerdotal del padre Moisés, destaca el de la dirección espiritual. Su gran amor a Dios y el entusiasmo por la santidad de las personas, lo hacían pasar largas horas en el confesionario aconsejando, orientando, iluminando. Dice el padre Rafael López, Misionero del Espíritu Santo, quien fue uno de sus dirigidos:

«En Morelia, al padre Moisés se le conocía por sus consejos, esto es la dirección espiritual. Era el hombre al cual se recurría, porque decían que estaba iluminado y podía iluminar a los demás. Es lo que en lengua espiritual se le llama “director”, el que tiene el “don de la discreción de espíritus”, para impulsar al alma cuando ésta necesita ser impulsada, pero también, para exigirle cuando es necesario, que tenga que reconocerse».

«Digo sobre el don de Consejo porque me consta y esto lo vi varias veces: antes de entrar a su confesionario en el Templo de la Cruz, no obstante que tuviera mucha gente esperándolo, era bonito verlo hacer su genuflexión y luego se arrodillaba en la última banca para pedir... yo creo pedía luz al Espíritu Santo y ahí mismo, afuera de su confesionario, se arrodillaba de nuevo para realizar aquel santo ejercicio bajo un punto totalmente sobrenatural. Evidentemente esto nos hace ver que no era una actividad únicamente humana o de un sacerdote común y corriente, sino del hombre que pide la gracia y la inspiración del Espíritu Santo para realizar esta obra eminentemente característica de un Misionero del Espíritu Santo, como es la dirección espiritual».

En su diario espiritual encontramos la oración que el padre Moisés hacía con ardiente fervor, antes de realizar el ministerio de las confesiones y dirección espiritual. Se ponía en manos de Dios y de la Santísima Virgen:

«Oh María, le daremos muchas almas a Dios, sí, sí, sí». «Ansío trabajar como y cuanto pueda en un confesionario, en la oscuridad, en el silencio».

Escribe en su Diario su único anhelo:

«Las almas son tuyas no mías... Oh mi buen Dios que las trate como Tú las tratabas... con suma delicadeza, con grande amor, y sumo esmero, que no las lleve por otro camino, sino por el que lleva a Ti». «Jesús que te encuentren a Ti y no a mí».

«Oh Dios mío, dame para dar que te ame para que enseñe a amarte, dame santidad para santificar... que viva en Ti para enseñar a vivir en Ti». «No aspiro a más, Dios mío, no a tener almas hijas, dirigidas, sino a amarte y hacerte amar de todos, eso y no más».

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de canonización, es decir en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; E-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

«Jesús que te encuentren a Ti y no a mí», Moisés Lira Serafín Art. 799

Como aspecto muy relevante en el ministerio sacerdotal del padre Moisés, destaca el de la dirección espiritual. Su gran amor a Dios y el entusiasmo por la santidad de las personas, lo hacían pasar largas horas en el confesionario aconsejando, orientando, iluminando. Dice el padre Rafael López, Misionero del Espíritu Santo, quien fue uno de sus dirigidos:

«En Morelia, al padre Moisés se le conocía por sus consejos, esto es la dirección espiritual. Era el hombre al cual se recurría, porque decían que estaba iluminado y podía iluminar a los demás. Es lo que en lengua espiritual se le llama “director”, el que tiene el “don de la discreción de espíritus”, para impulsar al alma cuando ésta necesita ser impulsada, pero también, para exigirle cuando es necesario, que tenga que reconocerse».

«Digo sobre el don de Consejo porque me consta y esto lo vi varias veces: antes de entrar a su confesionario en el Templo de la Cruz, no obstante que tuviera mucha gente esperándolo, era bonito verlo hacer su genuflexión y luego se arrodillaba en la última banca para pedir... yo creo pedía luz al Espíritu Santo y ahí mismo, afuera de su confesionario, se arrodillaba de nuevo para realizar aquel santo ejercicio bajo un punto totalmente sobrenatural. Evidentemente esto nos hace ver que no era una actividad únicamente humana o de un sacerdote común y corriente, sino del hombre que pide la gracia y la inspiración del Espíritu Santo para realizar esta obra eminentemente característica de un Misionero del Espíritu Santo, como es la dirección espiritual».

En su diario espiritual encontramos la oración que el padre Moisés hacía con ardiente fervor, antes de realizar el ministerio de las confesiones y dirección espiritual. Se ponía en manos de Dios y de la Santísima Virgen:

«Oh María, le daremos muchas almas a Dios, sí, sí, sí». «Ansío trabajar como y cuanto pueda en un confesionario, en la oscuridad, en el silencio».

Escribe en su Diario su único anhelo:

«Las almas son tuyas no mías... Oh mi buen Dios que las trate como Tú las tratabas... con suma delicadeza, con grande amor, y sumo esmero, que no las lleve por otro camino, sino por el que lleva a Ti». «Jesús que te encuentren a Ti y no a mí».

«Oh Dios mío, dame para dar que te ame para que enseñe a amarte, dame santidad para santificar... que viva en Ti para enseñar a vivir en Ti». «No aspiro a más, Dios mío, no a tener almas hijas, dirigidas, sino a amarte y hacerte amar de todos, eso y no más».

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, se encuentra en proceso de canonización, es decir en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; E-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com