/ domingo 3 de abril de 2022

Un Camino hacia Dios

«Hagamos lo que nos toca y dejemos a Dios hacer lo demás», Moisés Lira Serafín Art. 798

«Una fe sólida y una esperanza firme». Las adversidades sufridas siempre fueron motivo de un fuerte y ardiente deseo de vivir el completo abandono en Dios, con la confianza de un niño en los brazos de su madre tomando como referencia una fe fuerte y una firme esperanza.

Este modo de ver las cosas, semejante a como las consideraba santa Teresita del niño Jesús, hizo que el Padre Moisés Lira Serafín infundiera en la Congregación fundada por él, la espiritualidad del «Caminito», es decir, la espiritualidad de la Infancia Espiritual.

La práctica de la virtud de la fe originó una confianza absoluta en Nuestro Señor, al grado de solicitar la misericordia y abandonarse por completo en Él en todas las circunstancias, especialmente cuando humanamente eran difíciles.

Por ejemplo, cuando tuvo una horrible crisis viviendo en Roma, su fe fue tan grande y en lugar de desanimarse, fue precisamente allí cuando hizo su Voto de Abandono en Dios. Con voto se comprometía a confiar en Dios sea cual fuera la circunstancia por la que pasara, siempre y sólo confiando en Dios su Padre, en absoluto abandono a su voluntad.

Este voto lo renovó por muchos años, solicitando la asistencia de la Santísima Trinidad, para perpetuar su alabanza, pidiendo el auxilio maternal de María Inmaculada y en favor de la Santa Iglesia.

Habiendo tenido estas profundas vivencias que le otorgaron grandes beneficios, decía años después a sus muy queridas religiosas, las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, «Cuando tenemos una pena, o una dificultad hay que ir a Dios en lugar de estar revolviéndose. En estos momentos es cuando más necesitamos de Dios».

El Apóstol de la bondad, regresa de Roma a México un 17 de julio de 1928, todavía en plena persecución religiosa, por lo que el Padre Félix lo envía a la casa noviciado para que se preparara y así poder integrarse de nuevo en el apostolado, en esas circunstancias tan adversas, recordando lo que tanto decía «ante todo contemplativos y después hombres de acción», siguiendo las palabras de Jesús, «sin Mí no podéis hacer nada». Siguiendo el ejemplo del padre Moisés Lira cuanto bien nos hará vivir, en estos tiempos de incertidumbre, en esa total dependencia de Dios haciendo lo que nos toca, dejando que Dios haga lo demás.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, hoy se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. En este proceso hace falta un milagro reconocido por la Iglesia para poder declararlo Beato. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; E-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

«Hagamos lo que nos toca y dejemos a Dios hacer lo demás», Moisés Lira Serafín Art. 798

«Una fe sólida y una esperanza firme». Las adversidades sufridas siempre fueron motivo de un fuerte y ardiente deseo de vivir el completo abandono en Dios, con la confianza de un niño en los brazos de su madre tomando como referencia una fe fuerte y una firme esperanza.

Este modo de ver las cosas, semejante a como las consideraba santa Teresita del niño Jesús, hizo que el Padre Moisés Lira Serafín infundiera en la Congregación fundada por él, la espiritualidad del «Caminito», es decir, la espiritualidad de la Infancia Espiritual.

La práctica de la virtud de la fe originó una confianza absoluta en Nuestro Señor, al grado de solicitar la misericordia y abandonarse por completo en Él en todas las circunstancias, especialmente cuando humanamente eran difíciles.

Por ejemplo, cuando tuvo una horrible crisis viviendo en Roma, su fe fue tan grande y en lugar de desanimarse, fue precisamente allí cuando hizo su Voto de Abandono en Dios. Con voto se comprometía a confiar en Dios sea cual fuera la circunstancia por la que pasara, siempre y sólo confiando en Dios su Padre, en absoluto abandono a su voluntad.

Este voto lo renovó por muchos años, solicitando la asistencia de la Santísima Trinidad, para perpetuar su alabanza, pidiendo el auxilio maternal de María Inmaculada y en favor de la Santa Iglesia.

Habiendo tenido estas profundas vivencias que le otorgaron grandes beneficios, decía años después a sus muy queridas religiosas, las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, «Cuando tenemos una pena, o una dificultad hay que ir a Dios en lugar de estar revolviéndose. En estos momentos es cuando más necesitamos de Dios».

El Apóstol de la bondad, regresa de Roma a México un 17 de julio de 1928, todavía en plena persecución religiosa, por lo que el Padre Félix lo envía a la casa noviciado para que se preparara y así poder integrarse de nuevo en el apostolado, en esas circunstancias tan adversas, recordando lo que tanto decía «ante todo contemplativos y después hombres de acción», siguiendo las palabras de Jesús, «sin Mí no podéis hacer nada». Siguiendo el ejemplo del padre Moisés Lira cuanto bien nos hará vivir, en estos tiempos de incertidumbre, en esa total dependencia de Dios haciendo lo que nos toca, dejando que Dios haga lo demás.

El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, hoy se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. En este proceso hace falta un milagro reconocido por la Iglesia para poder declararlo Beato. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; E-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com