/ domingo 20 de marzo de 2022

Un camino hacia Dios

“En estos tiempos sigamos delante de pie y cara en alto”

Moisés Lira Serafín Art. 796

Nuestra patria se caracteriza por su fe. En momentos difíciles como los que hoy estamos viviendo siempre sobresale el ímpetu, el coraje, la capacidad de resiliencia, y su espiritualidad, solamente nos sacudimos la tierra de las rodillas y para adelante, así es el pueblo de México.

El “Apóstol de la bondad” tuvo la oportunidad en los años 1926-1928, tiempo de persecución religiosa, de viajar a Roma a continuar sus estudios. Escribió al padre Félix: “Estoy contento, muy en paz, porque es la pura voluntad de Jesús. Voy a trabajar hasta donde las fuerzas me ayuden y en todos sentidos por corresponder a mi amada vocación. ¡Qué feliz me siento en mi celda con mis libros! Pídale a Jesús que me ayude bien, llevamos una vida muy sencilla, muy observante y muy alegre”.

Para salir adelante de todas las circunstancias de la vida que nos han ocurrido en los últimos dos años por la pandemia y sus consecuencias, no solo de salud, hoy enfrentamos una amenaza de guerra mundial, ante la invasión de Rusia a Ucrania y las consecuencias humanitarias, de reconstrucción y económicas, debemos adoptar lo que el padre Moisés hacia con amor y dedicación, concentrarse en lo que quería, no perdiendo el sentido del humor y encomendarse a Dios.

En Roma, doliéndole la situación de su Patria, no bajó la guardia sino se aplicó y participó en eventos significativos, asistió a la Pontificia Universidad Gregoriana, pasó el examen de Lengua Griega Bíblica, cursó Derecho Canónico e hizo un Bienio de Teología Dogmática. Hoy debemos de hacer de nuestra vida y el entorno algo significativo, que valga la pena, pareciera ser que cada día se vuelve a la normalidad, sin embargo, la cuantificación de daños es muy grande y debemos hacer doble esfuerzo para que nuestras familias salgan adelante, y la sociedad comience a tomar su ritmo.

Al “Apóstol de la bondad” en su paso por Roma, le impresionó la admiración y reconocimiento que tenía la juventud italiana por nuestros mexicanos. Vale la pena la impresión que causamos a un pueblo extranjero, pero lo más importante es que nos lo creamos, que somos valiosos, que somos ejemplo de lucha, que nuestra fe está a flor de piel, es tiempo de reconstruir muchos caminos.

Tenemos un motor impresionante, a veces se desafina, en otros momentos le falta aceite, o carece de ajustes, pero sigue funcionando y muy bien, debemos motivarnos, los tiempos no son los mejores y debemos remar contra corriente, con fe se puede lograr mucho y más fácil, abandonándonos a nuestro Señor, para que él nos guíe como lo hizo con el padre Moisés.

Como el padre Moisés en Roma, en todo busquemos el lado positivo con optimismo y alegría. Avancemos y hagamos de México la nación que siempre ha sido, unida por su gente, un hombre del pasado que hoy está vivo en el presente Moisés Lira Serafín nos motiva a seguir adelante con la cara firme y de pie.

“En estos tiempos sigamos delante de pie y cara en alto”

Moisés Lira Serafín Art. 796

Nuestra patria se caracteriza por su fe. En momentos difíciles como los que hoy estamos viviendo siempre sobresale el ímpetu, el coraje, la capacidad de resiliencia, y su espiritualidad, solamente nos sacudimos la tierra de las rodillas y para adelante, así es el pueblo de México.

El “Apóstol de la bondad” tuvo la oportunidad en los años 1926-1928, tiempo de persecución religiosa, de viajar a Roma a continuar sus estudios. Escribió al padre Félix: “Estoy contento, muy en paz, porque es la pura voluntad de Jesús. Voy a trabajar hasta donde las fuerzas me ayuden y en todos sentidos por corresponder a mi amada vocación. ¡Qué feliz me siento en mi celda con mis libros! Pídale a Jesús que me ayude bien, llevamos una vida muy sencilla, muy observante y muy alegre”.

Para salir adelante de todas las circunstancias de la vida que nos han ocurrido en los últimos dos años por la pandemia y sus consecuencias, no solo de salud, hoy enfrentamos una amenaza de guerra mundial, ante la invasión de Rusia a Ucrania y las consecuencias humanitarias, de reconstrucción y económicas, debemos adoptar lo que el padre Moisés hacia con amor y dedicación, concentrarse en lo que quería, no perdiendo el sentido del humor y encomendarse a Dios.

En Roma, doliéndole la situación de su Patria, no bajó la guardia sino se aplicó y participó en eventos significativos, asistió a la Pontificia Universidad Gregoriana, pasó el examen de Lengua Griega Bíblica, cursó Derecho Canónico e hizo un Bienio de Teología Dogmática. Hoy debemos de hacer de nuestra vida y el entorno algo significativo, que valga la pena, pareciera ser que cada día se vuelve a la normalidad, sin embargo, la cuantificación de daños es muy grande y debemos hacer doble esfuerzo para que nuestras familias salgan adelante, y la sociedad comience a tomar su ritmo.

Al “Apóstol de la bondad” en su paso por Roma, le impresionó la admiración y reconocimiento que tenía la juventud italiana por nuestros mexicanos. Vale la pena la impresión que causamos a un pueblo extranjero, pero lo más importante es que nos lo creamos, que somos valiosos, que somos ejemplo de lucha, que nuestra fe está a flor de piel, es tiempo de reconstruir muchos caminos.

Tenemos un motor impresionante, a veces se desafina, en otros momentos le falta aceite, o carece de ajustes, pero sigue funcionando y muy bien, debemos motivarnos, los tiempos no son los mejores y debemos remar contra corriente, con fe se puede lograr mucho y más fácil, abandonándonos a nuestro Señor, para que él nos guíe como lo hizo con el padre Moisés.

Como el padre Moisés en Roma, en todo busquemos el lado positivo con optimismo y alegría. Avancemos y hagamos de México la nación que siempre ha sido, unida por su gente, un hombre del pasado que hoy está vivo en el presente Moisés Lira Serafín nos motiva a seguir adelante con la cara firme y de pie.