/ domingo 13 de marzo de 2022

Un camino hacía Dios

«Emprendió el viaje a Roma por amor y obediencia» Art. 795

Después de que el padre Félix preparó en Roma la casa de estudios para los Misioneros del Espíritu Santo regresó a México.

Por ese tiempo 1926-1929, la nación mexicana pasaba por la crisis mayor de la persecución religiosa, no obstante, el padre Moisés ejercía en pleno su ministerio, lo buscaban muchas personas y era sumamente conocido en la ciudad, por lo que es de imaginar que el padre Félix viendo el peligro que corría su primogénito decidió enviarlo también a Roma, a formar parte de la comunidad de los 10 primeros religiosos que ya estaban allá, a quienes les escribe por primera vez, diciéndoles: «A todos mis amados hijos de Roma: ¡Gran noticia! les mando un nuevo compañero, el buen padre Moisés. Se embarcará el lunes 25 de este mes de octubre» de 1926.

El padre Moisés acató con gran fe la disposición de su superior y obedeciendo emprendió el viaje a Roma. Durante el trayecto escribió al padre Félix en estos términos: «M.R.P. Félix Rougier. -Mi muy amado padre en Jesús-: Hace 24 horas que estoy en el mar solo por Dios y María... Voy muy bien hasta ahora…» El padre Félix, da respuesta a ésta y a otra de sus cartas:

«Obediencia y amor. -Rev. padre Moisés Ma. de Jesús. Muy amado hijo. Gracias por su amable carta de la Habana-. Di las gracias a Jesús con toda el alma por las santas disposiciones en que se fue-. Hágase santo en Roma, padre Moisés, en medio de tantos santuarios de grandes santos. Su color me parece ser de Santa Catalina de Siena. Vaya un día a la Minerva a celebrar sobre su cuerpo y lea sus obras tan tiernas y profundas y amará tiernamente como ella, al Eterno Padre-. Su afectísimo padre que lo bendice y lo ama mucho en Jesús. Félix de Jesús».

Es evidente que el espíritu que movió al padre Moisés a ir a Roma fue el de la obediencia, espíritu que supo vivir en todas las oportunidades que el Señor le iba presentando para practicar la virtud a través de su sacerdocio y como religioso Misionero del Espíritu Santo. Creemos que más de alguna vez fue a donde el cuerpo de santa Catalina de Siena y que leería las obras de ella, habiéndose indicado su fundador no dudamos en que lo obedeció hasta en esos detalles, mostrando con ello una fe heroica. El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, hoy se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. En este proceso hace falta un milagro reconocido por la Iglesia para poder declararlo Beato. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; E-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

«Emprendió el viaje a Roma por amor y obediencia» Art. 795

Después de que el padre Félix preparó en Roma la casa de estudios para los Misioneros del Espíritu Santo regresó a México.

Por ese tiempo 1926-1929, la nación mexicana pasaba por la crisis mayor de la persecución religiosa, no obstante, el padre Moisés ejercía en pleno su ministerio, lo buscaban muchas personas y era sumamente conocido en la ciudad, por lo que es de imaginar que el padre Félix viendo el peligro que corría su primogénito decidió enviarlo también a Roma, a formar parte de la comunidad de los 10 primeros religiosos que ya estaban allá, a quienes les escribe por primera vez, diciéndoles: «A todos mis amados hijos de Roma: ¡Gran noticia! les mando un nuevo compañero, el buen padre Moisés. Se embarcará el lunes 25 de este mes de octubre» de 1926.

El padre Moisés acató con gran fe la disposición de su superior y obedeciendo emprendió el viaje a Roma. Durante el trayecto escribió al padre Félix en estos términos: «M.R.P. Félix Rougier. -Mi muy amado padre en Jesús-: Hace 24 horas que estoy en el mar solo por Dios y María... Voy muy bien hasta ahora…» El padre Félix, da respuesta a ésta y a otra de sus cartas:

«Obediencia y amor. -Rev. padre Moisés Ma. de Jesús. Muy amado hijo. Gracias por su amable carta de la Habana-. Di las gracias a Jesús con toda el alma por las santas disposiciones en que se fue-. Hágase santo en Roma, padre Moisés, en medio de tantos santuarios de grandes santos. Su color me parece ser de Santa Catalina de Siena. Vaya un día a la Minerva a celebrar sobre su cuerpo y lea sus obras tan tiernas y profundas y amará tiernamente como ella, al Eterno Padre-. Su afectísimo padre que lo bendice y lo ama mucho en Jesús. Félix de Jesús».

Es evidente que el espíritu que movió al padre Moisés a ir a Roma fue el de la obediencia, espíritu que supo vivir en todas las oportunidades que el Señor le iba presentando para practicar la virtud a través de su sacerdocio y como religioso Misionero del Espíritu Santo. Creemos que más de alguna vez fue a donde el cuerpo de santa Catalina de Siena y que leería las obras de ella, habiéndose indicado su fundador no dudamos en que lo obedeció hasta en esos detalles, mostrando con ello una fe heroica. El Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, hoy se encuentra en proceso de canonización, en proceso de ser reconocido por la Iglesia como santo, encomiéndate a su intercesión. En este proceso hace falta un milagro reconocido por la Iglesia para poder declararlo Beato. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; E-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com