/ domingo 20 de febrero de 2022

Un camino hacia Dios


«Ideales y grandes acontecimientos están en nuestras manos» Moisés Lira Serafín Art. 792


Ante tantos distractores de diversos temas que pueden mover a nuestro país, la economía y nuestra estabilidad social, es el momento de nuestra participación más activa con ideales, buscando o generando grandes acontecimientos con mucha pasión, el padre Moisés Lira Serafín, nos comparte su momento crucial, aquel que cambió su vida.

Como sociedad debemos tener ideales y no se diga en lo personal, el hermano Moisés llegó a su gran día de la ordenación sacerdotal, brincando obstáculos, haciendo reingeniería de su proceso de vida, pero lo logró. Escribe: «estoy en días de recogimiento, no precisamente en retiro, sino más bien en un descanso en Dios, en una unión suave y apacible en Dios, preparándome al cambio de vida: Vida de sacerdote, oh, María, Madre mía…soy tuyo».


El Apóstol de la Bondad no tuvo miedo al cambio, así nosotros no tengamos miedo al cambio, pero con zozobra, con inteligencia, donde haya rumbo y no manipulen nuestra voluntad. Los últimos tiempos han sido muy álgidos, donde nos venden productos ideológicos caducos, donde prevalece la división y no la armonía, el ataque y no la labor en quipo, y lo peor, el beneficio de algunos cuantos. Nosotros tenemos principios y, sobre todo, somos un pueblo unido, por ello dejemos de hacer caso a esos distractores. El padre Moisés fue firme, porque había proyecto, amor, entusiasmo y gran motivación. Así debemos estar motivados, para luego darle rumbo a nuestra vida, a nuestros objetivos.


El padre Félix, seguramente tuvo presente en la ordenación sacerdotal de su primogénito, de su primer compañero, de la primera vocación que el Señor le dio para la fundación de los Misioneros del Espíritu Santo, que se trataba de aquél que le había sido fiel con heroicidad en las horas de mayor soledad y angustia.


Que bonitos valores; fidelidad-vocación. Estos nos permiten ver con claridad y compromiso el rumbo que queremos por encima de todo los distractores, que resalten nuestras estructuras de familia y volvamos a retomar el timón de la sociedad, sí, con grandes acontecimientos, pero con mucha responsabilidad y disciplina.


Moisés fue consagrado sacerdote por monseñor Leopoldo Ruiz y Flores el 14 de mayo de 1922, este año celebramos el centenario de este magno acontecimiento, en el que una vez consagrado, Moisés comenzó una nueva vida, la de ser «sacerdote para siempre».


Alimentemos nuestros ideales con la oración. La fe nos permitirá llegar al final del camino, y seguramente lograremos nuestras metas. Ya nos pegó fuerte la pandemia, las situaciones inestables desde los distintos enfoques de nuestro país, también nos han impactado, qué esperamos, ¿que nos caiga un misil? No. Todo está en nosotros, en nuestra actitud y principios, sólo hay que darle el empuje como el padre Moisés Lira Serafín. Hoy un hombre del pasado, está vivo en el presente y nos comparte su vida y su legado.



«Ideales y grandes acontecimientos están en nuestras manos» Moisés Lira Serafín Art. 792


Ante tantos distractores de diversos temas que pueden mover a nuestro país, la economía y nuestra estabilidad social, es el momento de nuestra participación más activa con ideales, buscando o generando grandes acontecimientos con mucha pasión, el padre Moisés Lira Serafín, nos comparte su momento crucial, aquel que cambió su vida.

Como sociedad debemos tener ideales y no se diga en lo personal, el hermano Moisés llegó a su gran día de la ordenación sacerdotal, brincando obstáculos, haciendo reingeniería de su proceso de vida, pero lo logró. Escribe: «estoy en días de recogimiento, no precisamente en retiro, sino más bien en un descanso en Dios, en una unión suave y apacible en Dios, preparándome al cambio de vida: Vida de sacerdote, oh, María, Madre mía…soy tuyo».


El Apóstol de la Bondad no tuvo miedo al cambio, así nosotros no tengamos miedo al cambio, pero con zozobra, con inteligencia, donde haya rumbo y no manipulen nuestra voluntad. Los últimos tiempos han sido muy álgidos, donde nos venden productos ideológicos caducos, donde prevalece la división y no la armonía, el ataque y no la labor en quipo, y lo peor, el beneficio de algunos cuantos. Nosotros tenemos principios y, sobre todo, somos un pueblo unido, por ello dejemos de hacer caso a esos distractores. El padre Moisés fue firme, porque había proyecto, amor, entusiasmo y gran motivación. Así debemos estar motivados, para luego darle rumbo a nuestra vida, a nuestros objetivos.


El padre Félix, seguramente tuvo presente en la ordenación sacerdotal de su primogénito, de su primer compañero, de la primera vocación que el Señor le dio para la fundación de los Misioneros del Espíritu Santo, que se trataba de aquél que le había sido fiel con heroicidad en las horas de mayor soledad y angustia.


Que bonitos valores; fidelidad-vocación. Estos nos permiten ver con claridad y compromiso el rumbo que queremos por encima de todo los distractores, que resalten nuestras estructuras de familia y volvamos a retomar el timón de la sociedad, sí, con grandes acontecimientos, pero con mucha responsabilidad y disciplina.


Moisés fue consagrado sacerdote por monseñor Leopoldo Ruiz y Flores el 14 de mayo de 1922, este año celebramos el centenario de este magno acontecimiento, en el que una vez consagrado, Moisés comenzó una nueva vida, la de ser «sacerdote para siempre».


Alimentemos nuestros ideales con la oración. La fe nos permitirá llegar al final del camino, y seguramente lograremos nuestras metas. Ya nos pegó fuerte la pandemia, las situaciones inestables desde los distintos enfoques de nuestro país, también nos han impactado, qué esperamos, ¿que nos caiga un misil? No. Todo está en nosotros, en nuestra actitud y principios, sólo hay que darle el empuje como el padre Moisés Lira Serafín. Hoy un hombre del pasado, está vivo en el presente y nos comparte su vida y su legado.