/ domingo 26 de diciembre de 2021

Un camino hacia Dios

«Pinceladas del formador» Moisés Lira Serafín

Art. 784

El padre Félix se dedicó con mucho esmero a la formación de los primeros novicios Misioneros del Espíritu Santo, siendo el primogénito, el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, pues en esto cifraba el futuro de la Congregación. Así escribía:

«Pida por este pequeño Noviciado. Es la semilla escondida en la tierra que lentamente germina: pero, es semilla, es trigo rubio y bueno que promete abundantes cosechas más tarde».

Como buen formador no se le pasaba detalle alguno en las conferencias, en la dirección espiritual y en las lecturas; en todo infundía en el alma del padre Moisés como novicio el genuino espíritu religioso y el espíritu propio de la Congregación, el querido color, como diría él más tarde refiriéndose a la Espiritualidad de la Cruz. No solo formaba de palabras sino también con el ejemplo, al enseñar en Moisés la vida propia de los Misioneros del Espíritu Santo, vida de oración, de recogimiento, de sacrificio, de delicadeza con Nuestro Señor, vida de amor, de alejamiento del mundo, es decir vida de atención amorosa.

La Espiritualidad de la Cruz sintetizada en pureza, amor, dolor que el Señor sugirió a la Beata Concepción Cabrera, para esta congregación y que no era una simple teoría para el padre Félix, quiso transmitirla a sus novicios por medio de la austeridad y el sacrificio. La austeridad manifestada en el horario, la comida, el vestido y los muebles. Posteriormente nuestro buen padre Moisés recordaba:

«Durante mis dos años de noviciado tuve mi hora de oración de 11:00 a 12:00 de la noche, en el gran silencio. ¡Gozaba yo tanto!»

Otro matiz fuerte que el padre Félix acentuó en sus novicios, fue el amor a la Santísima Virgen María, para Moisés que estaba ávido de doctrina, fue fácil captar el matiz Mariano que su padre maestro le transmitía y más tarde ya sacerdote fundó la Congregación religiosa de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada.

La espiritualidad o actitud Mariana era connatural en Moisés, precisamente por ser un apasionado de Cristo y de sus amores: al Padre, al Espíritu Santo, a María y a la Iglesia. Del padre Félix había aprendido a vivir así: «Con María todo sin ella nada» y así lo escribe el mismo Moisés al padre Félix: He ahí mi caminito: «Pequeñito, Victima y muy hijo de María». Los Misioneros del Espíritu Santo nacieron un 25 de diciembre, muy hijos de María, Moisés Lira Serafín se supo siempre hijo muy amado y predilecto de María. Que como él esta Navidad crezca en nosotros el sabernos muy amados de Dios e hijos de María.

El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira, se encuentra en proceso de canonización, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com

«Pinceladas del formador» Moisés Lira Serafín

Art. 784

El padre Félix se dedicó con mucho esmero a la formación de los primeros novicios Misioneros del Espíritu Santo, siendo el primogénito, el Venerable Siervo de Dios Moisés Lira Serafín, pues en esto cifraba el futuro de la Congregación. Así escribía:

«Pida por este pequeño Noviciado. Es la semilla escondida en la tierra que lentamente germina: pero, es semilla, es trigo rubio y bueno que promete abundantes cosechas más tarde».

Como buen formador no se le pasaba detalle alguno en las conferencias, en la dirección espiritual y en las lecturas; en todo infundía en el alma del padre Moisés como novicio el genuino espíritu religioso y el espíritu propio de la Congregación, el querido color, como diría él más tarde refiriéndose a la Espiritualidad de la Cruz. No solo formaba de palabras sino también con el ejemplo, al enseñar en Moisés la vida propia de los Misioneros del Espíritu Santo, vida de oración, de recogimiento, de sacrificio, de delicadeza con Nuestro Señor, vida de amor, de alejamiento del mundo, es decir vida de atención amorosa.

La Espiritualidad de la Cruz sintetizada en pureza, amor, dolor que el Señor sugirió a la Beata Concepción Cabrera, para esta congregación y que no era una simple teoría para el padre Félix, quiso transmitirla a sus novicios por medio de la austeridad y el sacrificio. La austeridad manifestada en el horario, la comida, el vestido y los muebles. Posteriormente nuestro buen padre Moisés recordaba:

«Durante mis dos años de noviciado tuve mi hora de oración de 11:00 a 12:00 de la noche, en el gran silencio. ¡Gozaba yo tanto!»

Otro matiz fuerte que el padre Félix acentuó en sus novicios, fue el amor a la Santísima Virgen María, para Moisés que estaba ávido de doctrina, fue fácil captar el matiz Mariano que su padre maestro le transmitía y más tarde ya sacerdote fundó la Congregación religiosa de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada.

La espiritualidad o actitud Mariana era connatural en Moisés, precisamente por ser un apasionado de Cristo y de sus amores: al Padre, al Espíritu Santo, a María y a la Iglesia. Del padre Félix había aprendido a vivir así: «Con María todo sin ella nada» y así lo escribe el mismo Moisés al padre Félix: He ahí mi caminito: «Pequeñito, Victima y muy hijo de María». Los Misioneros del Espíritu Santo nacieron un 25 de diciembre, muy hijos de María, Moisés Lira Serafín se supo siempre hijo muy amado y predilecto de María. Que como él esta Navidad crezca en nosotros el sabernos muy amados de Dios e hijos de María.

El Venerable Siervo de Dios padre Moisés Lira, se encuentra en proceso de canonización, encomiéndate a su intercesión. Comunica los favores recibidos a: Oficina de la causa de beatificación y canonización Moisés Lira Serafín, M.Sp.S., tel: 444 813 2309; e-mail: causamoisesliraserafin@gmail.com